Luis Gómez (izq.) junto al embajador Alí Rodríguez Araque en la Refinería de Cienfuegos. En horas de la mañana del viernes 15 de febrero, falleció en la ciudad de Cienfuegos, el amigo venezolano Luis Alfredo Gómez Gil, director general de PDVSA Cuba S.A., más conocido entre el pueblo cubano por ser el gerente general de la Refinería Camilo Cienfuegos, a cuya rehabilitación y puesta en marcha dedicó los últimos dos años de su vida.
Durante la reapertura de la colosal obra, el pasado 21 de diciembre de 2007, Gómez Gil tuvo a su cargo las palabras introductorias del acto que contó con la presencia del presidente de Venezuela Hugo Chávez Frías. Entonces Cuba pudo escucharlo explicar en detalles todo el trabajo que se había llevado a cabo entre los trabajadores y especialistas cubanos y venezolanos.
Defensor de la Revolución Bolivariana durante el paro petrolero de 2002, fue uno de los líderes de la gestión de mantenimiento en la Refinería Puerto La Cruz —la única que no se plegó al golpe fomentado por los sectores más reaccionarios de Venezuela—, organizando los equipos de trabajo de la instalación, lo que permitió la continuidad operacional de dicha refinería.
En aquellos difíciles días de mediados de diciembre, coordinó de manera exitosa la reparación de emergencia de la Torre Fraccionadora E-1, de la Planta Catalítica de Puerto La Cruz, garantizando así el suministro de combustible a la zona oriental del país.
Su extenso currículo laboral evidencia que fue Luis Gómez, por encima de todo, un venezolano trabajador, que con los años fue creciendo en conocimientos petroleros, en amor y compromiso con su Patria, y que en sus últimos días tuvo la oportunidad de ver concluida su gran obra: la reparación de la Refinería de Cienfuegos, la bella Ciudad del mar donde se le veía caminar y reír como si anduviera por su propia casa.