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Concluye Cumbre Iberoamericana en Chile, con sendos comunicados contra la impunidad de Posada Carriles y el bloqueo anticubano

SANTIAGO DE CHILE, noviembre 10.—Una sorpresiva llamada del Comandante en Jefe Fidel Castro dio un marcado final a la Cumbre por la Amistad e Integración de los Pueblos, que concluyó este sábado en Santiago de Chile con la presencia de los mandatarios de Venezuela, Hugo Chávez; de Bolivia, Evo Morales; de Nicaragua, Daniel Ortega, así como el vicepresidente cubano, Carlos Lage Dávila.

El Estadio Nacional de Santiago de Chile fue abarrotado por los participantes en la cumbre paralela. Foto: Marcelo García Tras sostener el diálogo con Fidel, Chávez comentó ante una multitud enardecida que el mandatario cubano recordó a los combatientes chilenos que murieron luchando contra el dictador Anastasio Somoza en Nicaragua, durante la Revolución Sandinista de 1979 que lideró el hoy presidente nicaragüense Daniel Ortega, dice DPA.

«Fidel rinde tributo a la memoria de estos internacionalistas heroicos, y a todos los combatientes chilenos que murieron luchando contra la tiranía; todos los que cayeron están unidos en la memoria y en la gloria de los pueblos», refirió en el cierre de la reunión paralela.

El mandatario venezolano —reportó PL— homenajeó a los mapuches chilenos y a los pueblos originarios del continente por mantener 500 años de resistencia en defensa de sus derechos, y denunció que más del 90 por ciento de los pueblos aborígenes fueron diezmados por la conquista, algo por lo que los europeos no deben incomodarse cuando se habla de esa triste realidad, imputable a sus antepasados.

Chávez recordó que el presidente boliviano Evo Morales, gracias al apoyo de su pueblo indígena, ganó limpiamente las últimas elecciones presidenciales, pese a la conspiración de la oligarquía y el imperialismo, que combaten a Morales y su gobierno con la violencia y el sabotaje, desconociendo la Asamblea Constituyente de ese país, como también lo han hecho contra Cuba, Venezuela y otros países democráticos en la región.

En el caso de Venezuela —dijo—, Washington intenta desestabilizar la Revolución Bolivariana mediante el terrorismo mediático, la planificación del magnicidio, y otros métodos.

Entre vítores a Cuba, el vicepresidente cubano Carlos Lage denunció que el bloqueo norteamericano fue recrudecido por la administración de George W. Bush, que ordenó multar a empresas y bancos estadounidenses por tener negocios con La Habana.

Lage dijo que Washington aumentó las presiones sobre empresas y gobiernos para aislar a Cuba, pero «el mundo le dio una respuesta en Naciones Unidas, donde 184 países votaron una vez más contra el bloqueo imperialista».

Por su parte, el presidente boliviano, Evo Morales coincidió con todos los oradores al saludar a Fidel, a quien describió como el «padre de la Revolución» y destacó la solidaridad de Cuba: «Resulta que el país más bloqueado es el país más solidario con los pueblos. Cuba manda tropas de médicos para salvar vidas, mientras EE.UU. manda tropas para matar».

A su turno, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, también muy aplaudido, reiteró su propuesta de crear una Organización de Estados Latinoamericanos y Caribeños.

Un fuerte intercambio de palabras entre los presidentes Hugo Chávez y José Luis Rodríguez Zapatero tuvo lugar durante el llamado retiro de la XVII Cumbre Iberoamericana, en la que los mandatarios discutieron a fondo varios temas relacionados con la cohesión social, que luego volcaron en la Declaración de Santiago.

Durante una intervención del presidente Chávez, en que denunció el apoyo del ex mandatario español José María Aznar —a quien calificó de fascista— al golpe de estado de 2002, Rodríguez Zapatero lo interrumpió y le exigió respeto al cuestionado ex gobernante.

El intercambio subió de tono al punto que el rey Juan Carlos de España, disgustado, se retiró, aunque en la sala de prensa no fue posible escuchar todas las declaraciones del líder venezolano.

El presidente nicaragüense Daniel Ortega, entonces, pidió la palabra y cedió varios minutos de su turno a Chávez para permitir que se expresara, a la vez que apoyó al mandatario venezolano.

Antes de que terminara la sesión final de la Cumbre, intervino también el vicepresidente cubano Carlos Lage, quien manifestó que la discusión le da validez a la Cumbre Iberoamericana porque ello es expresión de las contradicciones y el momento que vive América Latina.

«Hemos pasado —expresó— más de 20 años de dominación económica por las transnacionales y el Consenso de Washington, y tenemos hoy una región con 200 millones de pobres y 79 millones de indigentes, una región que demanda cambios, y donde se están produciendo cambios».

Los pueblos sienten que los tiempos se acaban, y nadie puede negar que hay contradicciones entre la necesidad de esos cambios y las políticas hegemónicas —en alusión a Estados Unidos— de una sola potencia, afirmó.

El Jefe de la delegación cubana valoró que Venezuela y su presidente tienen derecho a defenderse pues el ex presidente del gobierno español, Aznar, quien se ha manifestado también contra Cuba, en reiteradas ocasiones ha atacado la dignidad de Venezuela.

«En mi opinión —dijo— no debiéramos interpretar el derecho de Venezuela a defenderse como un ataque al Rey o al actual gobierno de España o al pueblo español».

Durante el acto de clausura, la presidenta chilena Michelle Bachelet, anfitriona de la cita, fue interrogada por los periodistas y dijo al respecto que los mandatarios pueden expresarse con una diversidad de estilos, pero a la vez, ponerse de acuerdo sobre temas de fondo para la región.

Este sábado, los 22 jefes de Estado y Gobierno iberoamericanos aprobaron la Declaración de Santiago de Chile y un plan de acción de 53 puntos, así como diez comunicados, reportó PL.

La Declaración de Santiago incluye varios puntos dedicados a impulsar sistemas de protección a los ciudadanos en materia de seguridad social, salud, educación, empleo y otros ámbitos.

Entre los comunicados especiales, la Cumbre aprobó uno que demanda el fin del bloqueo de EE.UU. contra Cuba, y otro de apoyo a la lucha contra el terrorismo en el que rechaza la impunidad de que goza en ese país el asesino Luis Posada Carriles.

Entre las actividades realizadas por la delegación cubana en la última jornada de la cita regional, se destaca la entrevista sostenida entre el vicepresidente cubano Carlos Lage y el presidente brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva, en la que trataron sobre la marcha de las relaciones entre ambos países, encuentro en el que también participó el canciller cubano Felipe Pérez Roque.

Posteriormente, el jefe de la delegación cubana se entrevistó con la canciller de México, Patricia Espinosa, con quien también abarcó los lazos que unen a ambos países.

La XVIII Cumbre Iberoamericana tendrá lugar en octubre de 2008 en San Salvador, y estará dedicada a analizar la situación de la juventud en la región.