Foto de familia de la Cumbre. Foto: Marcelo García SANTIAGO DE CHILE.— Mientras los jefes de Estado y de Gobierno de los 22 países miembros daban a conocer sus variadas posiciones respecto al tema central de la XVII Cumbre Iberoamericana, la cohesión social, la Cumbre de los Pueblos, reunida aquí de forma paralela, aprobaba el Manifiesto de Santiago, en el que rechazaban categóricamente el modelo económico neoliberal.
El documento, de cuatro páginas, que reclama también el respeto al derecho de los pueblos originarios, será entregado a los jefes de Estado y de Gobierno que participan en la Cumbre Iberoamericana para su consideración, dijeron los responsables de la Cumbre por la Amistad e Integración de los Pueblos Iberoamericanos, que ha congregado en la Universidad ARCIS de esta capital a organizaciones sociales, culturales, grupos indígenas y movimientos de izquierda de Latinoamérica.
En decenas de paneles, talleres, centros de debates y otras actividades, estos movimientos discutieron en su espacio propio los problemas de la región, con la visión de los de abajo, de la base social, y constataron que «han influido decisivamente en la elección, en diversos países, de gobernantes afines y sensibles al gran ideario de emancipación, unidad e integración latinoamericana, impulsando procesos de cambio en la región, que valoramos como un avance de gran proyección histórica».
También esta Cumbre será clausurada este sábado con un acto masivo en el Velódromo del Estadio Nacional de Santiago al que están invitados, y se espera su presencia, los presidentes Hugo Chávez, de Venezuela; Evo Morales, de Bolivia; Rafael Correa, de Ecuador; Daniel Ortega, de Nicaragua; y el vicepresidente cubano, Carlos Lage.
Entretanto, en su sede de Espacio Riesco, los mandatarios iberoamericanos marcaron la jornada inaugural de este viernes con las palabras de la presidenta chilena Michelle Bachelet y el informe del secretario general iberoamericano, Enrique Iglesias, seguidos después de los discursos de los jefes de delegación. Este sábado aprobarán la Declaración de Santiago y otras resoluciones anexas, entre las que se encuentra una de rechazo al bloqueo.
Hugo Chávez, coincidiendo con el análisis de la Cumbre de los Pueblos, cuestionó la posibilidad de lograr la cohesión social en sociedades con tanta pobreza y miseria, producto de las políticas neoliberales.
Primero hay que hablar de la transformación de esas sociedades y, en ese sentido, aplaudió el discurso del vicepresidente cubano Carlos Lage, quien sostuvo que la cohesión social solo es posible como fruto de un sistema de justicia e igualdad, reportó PL.
El mandatario venezolano dijo que es muy importante hablar de cohesión social en la región, pero subrayó la necesidad de agregar metas, fechas y objetivos al Plan de Acción de la Cumbre, y en ese sentido anunció la propuesta de proyectos concretos, como los de colaboración petrolera Petroamérica, el Banco del Sur y la canal regional Telesur. Debemos unirnos de verdad, puntualizó.
Según AFP, a las críticas de Chávez se unió el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, quien afirmó que en Latinoamérica «se puede encontrar pobres más pobres que en África y en Asia, y ricos más ricos que en Suiza. Mientras haya esas diferencias insultantes y abismales, ¿de que cohesión social vamos a hablar?», preguntó.
Con consensos y disensos, comentaba AFP, la Cumbre Iberoamericana quiere avanzar hacia proyectos de protección social más inclusivos para América Latina, una región en donde 220 millones de personas (un 43 por ciento) de la población) son consideradas pobres.