Tenían como blanco a la ex primera ministra Benazir Bhutto, quien resultó ilesa. El presidente Musharraf condenó la acción terrorista
Karachi, Paquistán, octubre 18.— Al menos 128 personas murieron y otras 375 resultaron heridas en dos explosiones en la noche del jueves en Karachi (sur) contra el convoy de la ex primera ministra paquistaní Benazir Bhutto, quien resultó ilesa, informaron la AP y la televisora local Geo, aunque todavía estos datos son imprecisos.
ANSA, citando a fuentes de hospitales locales, dijo que los atentados ocasionaron 110 muertos, según dijo el canal de televisión Dawn.
En los primeros momentos, AFP daba los datos suministrados por fuentes médicas: al hospital Jinnah de Karachi se han trasladado 45 cadáveres, 22 al hospital civil y otros 4 al Abbassi Shaheed. Otros 35 cuerpos fueron trasladados al hospital privado Liaquat National Hospital. Pero eran mucho más las pérdidas.
La policía también precisó que, aparentemente, las dos explosiones cerca del vehículo de la Bhutto fueron causadas por ataques suicidas, uno de ellos a bordo de un vehículo bomba, lanzado contra el convoy que celebraba el retorno de la líder del opositor Partido Popular de Paquistán (PPP), luego de ocho años de autoexilio. Benazir Bhutto se acogió al amparo de una amnistía concedida por el presidente Pervez Musharraf a los delitos de corrupción que se le imputaban.
Según la agencia DPA la caravana se desplazaba hacia Karachi acompañada en su camino por una multitud estimada en medio millón de seguidores.
Benazir Bhutto fue conducida «sana y salva» a la residencia de su familia, pero personas cercanas a la ex primera ministra dijeron que varios de sus hombres de seguridad murieron en el atentado. Añade la agencia alemana que más de 10 000 policías debían garantizar su seguridad, la EFE menciona a 20 000 agentes del orden.
En una declaración, el presidente de Paquistán, general Pervez Musharraf, ha expresado su condena y su repulsa por el atentado, que ha costado la vida a al menos una treintena de miembros de las fuerzas de seguridad, citó EFE.
La ex primera ministra —agrega la agencia noticiosa española— recalcó que el acuerdo que alcanzó con Musharraf para su regreso a Paquistán pretende «asegurar una transición a la democracia» y «movilizar a las fuerzas moderadas en la sociedad paquistaní para enfrentarse y contener a los fanáticos y extremistas que están intentando apoderarse» del país.
Por su parte, AFP dijo que la prensa había informado durante la semana que un comandante de combatientes islamistas cercanos a los talibanes y a Al Qaeda —muy numerosos en las zonas tribales del noroeste de Paquistán— amenazó de muerte a Bhutto.