Thomas B. Wilner Consultado vía telefónica, el abogado norteamericano Thomas B. Wilner, quien llevó el peso de la argumentación para juzgar en tribunales norteamericanos el encarcelamiento de los presos en la base ilegal de EE.UU. en Guantánamo, dijo este miércoles a Cubadebate que espera que el Tribunal Supremo norteamericano reverse la decisión de la Corte de Apelaciones de Distrito de Columbia, que ha declarado sin lugar una petición para que los presos en Guantánamo puedan apelar su encarcelamiento en los tribunales federales estadounidenses.
Wilner, quién llevó el peso del argumento jurídico del proceso ante un tribunal en Washington y es consultor de la firma Shearman & Sterling, en Washington, ha sido por varios años el vocero de un grupo de abogados norteamericanos que representan a prisioneros de diversas nacionalidades, ilegalmente retenidos en la Base Militar de Guantánamo. Entre los 400 presos que continúan ahí, algunos desde hace cinco años, hay 12 kuwaitíes, clientes de Wilner, que fueron torturados por soldados estadounidenses en Afganistán y Pakistán antes y después de enviarlos a la base ilegalmente ocupada por EE.UU. en territorio cubano. Entre las denuncias que ha hecho en nombre de sus defendidos figuran castigos con cadenas, choques eléctricos y sodomía.
—El fallo del Tribunal de Apelaciones dice que «la Constitución no confiere derechos a extranjeros sin propiedades o presencia dentro de Estados Unidos». ¿Los presos de Guantánamo podrían ser juzgados entonces por tribunales cubanos? ¿Qué contradicción legal cree que existe en esta decisión?
—TW: Este fallo no tiene ninguna lógica. Lo que dice es que, desde el punto de vista legal, Guantánamo es territorio de nadie y está fuera de los parámetros de la ley. Sabemos que la Administración Bush llevó a estos presos a Guantánamo justamente para esquivar la ley estadounidense e internacional. Jamás reconocerán la jurisdicción de Cuba por la sencilla razón de que ellos tienen el control político, militar y legal en Guantánamo. En realidad, lo que establece esta decisión es que los detenidos por las tropas norteamericanas no tienen derechos bajo ningún sistema jurídico.
—La administración Bush ha logrado imponer otros dos instrumentos legales: la Orden Militar que establece tribunales militares para civiles y el decreto que libra a EE.UU. de tratar a sus «enemigos» como prisioneros de guerra, de acuerdo con las Convenciones de Ginebra. ¿En ese contexto qué supone esta nueva prerrogativa?
—TW: La nueva prerrogativa intenta establecer una escapatoria al gobierno de los Estados Unidos para esquivar los límites constitucionales en todas las acciones de carácter represivo y construir impunemente prisiones fuera de los Estados Unidos, en las cuales no tendría soberanía técnica pero que mantendría bajo su control militar. La decisión legaliza las cárceles estadounidenses en el exterior, y consagra la voluntad de que permanezcan fuera del alcance de la ley y de la constitución.
—Usted tiene la opción de pedir una revisión de fallo de la Corte de Apelación o ir directamente al Tribunal Supremo. ¿Ha decidido qué ruta va a tomar?
TW: Este caso será decidido eventualmente por la Corte Suprema. Queremos llegar a ese foro lo antes posible, porque estos presos se han estado pudriendo en Guantánamo por los últimos cinco años. Estoy convencido de que la Corte Suprema reversará la decisión del Tribunal de Apelaciones, como lo ha hecho frente a este mismo caso dos veces anteriores.