Hasta la sardina tembló cuando la UE debatió en días pasados sus colosales cuotas de pesca para 2007. El Consejo Internacional para la Explotación del Mar fue claro: si no se detiene la sobreexplotación, el bacalao y la anchoa desaparecerán del Atlántico. A algunos en Bruselas no les hizo gracia, pero la advertencia respalda la efectuada por la revista estadounidense Science el pasado mes: los océanos se quedarán sin peces en 50 años, si no cesa el actual ritmo de depredación. Así que ni merluzas, ni tiburones... ¡Ni bacalao con pan!