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Fue la desaparición del llamado socialismo real del este europeo, cuyo ocaso quedó irremediablemente marcado por la desaparición de la URSS, lo que marcó la entrada en el Movimiento No Alineado de algunas de las repúblicas emergidas de aquella suerte de balcanización que acabó con la bipolaridad en el mundo.
El MNOAL no contó hasta entonces con una representación del que había sido uno de los bloques contendientes y co-protagonista de la Guerra Fría de la que, precisamente, los No Alineados se desmarcaban con su fundación.
Miembro pleno desde 1992 de una instancia que reúne mayormente a los países del Sur, Uzbekistán no debe ignorar hoy las tensiones que la unipolaridad genera en el planeta.
Interrogado por este diario acerca de la incrementada agresividad de Estados Unidos en el Medio Oriente y la implicación que tal política podría tener para la seguridad uzbeka, Alisher Vohidov, embajador ante la Organización de Naciones Unidas, respondió a JR:
«Es una cuestión muy compleja e importante, por eso es muy difícil responder de una manera breve. Solo puedo decirle que quisiera ver la ausencia de dobles estándares en las políticas de los actores internacionales».
POR LA DESNUCLEARIZACIÓNEn medio de las negociaciones que culminaron ayer los expertos de las delegaciones miembros del MNOAL, el amplio vestíbulo del Palacio de las Convenciones continuaba pareciendo un hormiguero donde los representantes nacionales, o de las varias organizaciones internacionales que asisten como invitadas a la XIV Cumbre, reposan con un café, fuman, leen documentos y discuten o conciertan posiciones.
Foro representantivo, mayormente, de las naciones de Asia y África —de donde proceden la mayoría de sus miembros plenos—, la presencia de los funcionarios altos y rubios llegados desde la llamada Eurasia o del Norte del hemisferio, no es la tónica.
Por eso la figura del jefe de la delegación uzbeka al segmento de Altos Funcionarios, descollaba entre el grupo que debatía en la Comisión dedicada a los temas políticos.
A pesar del mucho trabajo, responde cordial al reclamo de la prensa.
—¿Qué papel puede desempeñar su país en los No Alineados en este momento de revitalización del Movimiento?
—Cada nación miembro debe apoyar los valores principales del Movimiento. Creo que Uzbekistán puede hacer su aporte en este sentido: respaldando los objetivos generales que tiene el MNOAL desde el punto de vista humanitario y económico, y en lo relativo a la cooperación.
«Las ideas que se han manifestado en esta cita en relación con esos principios resultarán un gran aporte a la consolidación de toda la comunidad del Tercer Mundo.
«Aquí se han reunido casi dos tercios de los miembros de la ONU, y todas las decisiones que van a ser tomadas serán la base de muchas que serán adoptadas en el cercano período de la Asamblea General de la ONU, y serán para nosotros, en gran medida, una estrategia para analizar y resolver muchos de los problemas que tiene la comunidad internacional.
«Cuba está desempeñando un papel muy responsable en el mundo. En los próximos tres años tendrá la Presidencia de uno de los Movimientos más importantes. Su experiencia es muy reconocida por la comunidad internacional, y ello se demuestra en el hecho de que hayan sido electos de nuevo para presidir el MNOAL».
—¿Hay algún tema en agenda o fuera de esta de especial interés para su país?
—Sí, por ejemplo estoy trabajando con mis colegas para que se incluyan en el texto de la Declaración Final de la Cumbre algunos elementos sobre las zonas libres de armas nucleares. El 8 de septiembre de este año, en Kazajastán, los ministros de Relaciones Exteriores de los cinco países de Asia Central: Kazajastán, Kirguizia, Turkmenia, Tayikistán y Uzbekistán, firmaron un acuerdo para crear una zona libre de armas nucleares en el área.
«La idea fue impulsada por el presidente de Uzbekistán, en el período de sesiones 48 de la Asamblea General de la ONU, en 1993, y estamos muy contentos porque este año logramos concluir ese proceso y firmamos el tratado.
«Creemos que tendrá un gran impacto en el proceso de desarme y en la consolidación de la paz y la seguridad en el mundo».
