Como un intento de hostigamiento e intimidación ha sido considerada en Puerto Rico la retención durante varias horas de 60 de los miembros de la Brigada Juan Rius Rivera, a su arribo al país, lapso durante el cual agentes federales les impidieron, virtualmente, el acceso.
Consultado vía telefónica por este diario, Héctor Pesquera, copresidente del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano, denunció que la intención es disuadir a quienes, como ellos, viajan a Cuba desafiando las draconianas leyes estadounidenses que prohíben a sus ciudadanos ese derecho. Recordemos que los boricuas viven bajo el eufemístico estatus de Estado Libre Asociado de la potencia.
Los brigadistas sumaban aproximadamente cien y regresaban a su natal Puerto Rico por mar, vía República Dominicana y con desembarco en el puerto boricua de Mayagüez, luego de una estancia de trabajo voluntario en Cuba.
Aunque voceros de Aduana y Protección Fronteriza habían afirmado a la prensa que los brigadistas no se encontraban arrestados, sino «completando su proceso de Aduana», lo cierto es que el trámite se extendió seis horas durante las cuales los recién llegados fueron conminados a llenar formularios por agentes de la ICE (Inmigration Control Enforcement), dependencia nacida en EE.UU. con la ley «antiterrorista» proclamada por Bush.
En las planillas, los interpelados debían explicar, por ejemplo, en qué gastaron su dinero durante su estancia en Cuba o dónde habían adquirido los pasajes, pues según Pesquera, también se busca amedrentar a las agencias de viaje que promueven los vuelos hacia la Isla.
Cuando, ayer en la tarde, JR lo contactó por segunda vez, ya todos habían sido liberados, pero los abogados al tanto del caso esperan que este martes las autoridades federales les entreguen copias de los cuestionarios.
Aunque los letrados aconsejaron no responder algunas preguntas, muchos brigadistas no contestaron ninguna, en una actitud firme que niega la jurisdicción de EE.UU. en Puerto Rico, y desafía las penas de prisión y multas de miles de dólares con que el imperio castiga a quienes desconozcan el criminal cerco a nuestra Isla.