Por Pinar del Río, uno de los históricos del béisbol cubano, comenzó el tradicional recorrido de la Comisión Nacional para chequear los preparativos de cara al arranque de la temporada 2024.
Por los trascendidos del encuentro se maneja la opción de 75 juegos en subseries de cinco, todos en la misma sede para optimizar recursos. En un escenario tan complejo como el que atraviesa Cuba actualmente, hay que combinar juego con economía.
Los Vegueros, otra vez bajo el mando de Alexander Urquiola, se están entrenando para mejorar el puesto 14 del año pasado, nada que ver con su linaje y potencial, pese a las ya habituales bajas por contratos en el extranjero.
Precisamente en esa provincia se efectuará el fin de semana una de las semifinales del torneo nacional de las Pequeñas Ligas, cuando los anfitriones reciban a Santa Clara, campeón en 2022.
El ganador de ese duelo jugará por el título contra el vencedor del match entre el multicampeón Bayamo (2020 y 2023) y el retador Sancti Spíritus.
Como el recién concluido campeonato de Clubes Campeones, en el cual se coronó Tiburones del Sur, de Trinidad, el certamen infantil colma gradas igual que en tiempos de postemporada de los equipos de mayores.
Un poco de historia
Hoy hace 72 años del primer juego sin jit ni carreras en la historia de las Series del Caribe. Sucedió el 21 de febrero de 1952 en la cuarta edición y no fue hasta este año que se repitió la hazaña monticular.
Nos recuerda el gran seguidor del béisbol cubano de todas las épocas, José Gabriel Ramírez Cal, que fue el estadounidense Thomas Fine, vistiendo el traje de los Leones de La Habana, el autor de aquel éxito por No-No.
Fine ganó el juego por 1-0 sobre el entonces club Cerveceros de Caracas y además ligó jit en el inning en que se produjo la carrera. En el choque final ante Carta Vieja de Panamá, el propio pícher estuvo hasta el noveno sin admitir imparables ni anotaciones, pero en ese último capítulo le rompieron el encanto.
Muy cerca estuvo de haber firmado dos triunfos de cero-cero consecutivos, hazaña que antes solo había logrado en torneos oficiales Johnny Vander Meer, en 1938, con los Rojos de Cincinnati en Grandes Ligas, y después igualó el gran Aquino Abreu en los campeonatos cubanos en 1966.
Ahora, en la recién concluida edición de la llamada Pequeña Serie Mundial del Caribe, celebrada en Miami, el zurdo Ángel Padrón, de los Tiburones de la Guaria, consiguió el segundo No-No en la historia de estas citas nacidas en 1949 en La Habana.
A ambos juegos los une Venezuela: aquella vez fue la víctima, en esta ocasión el victimario, ante Nicaragua.