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Siempre hay espacio para una primera vez. Y en este caso, son tres los caminos que se abren para deportes que alcanzan en Santiago 2023 la categoría panamericana.
Se trata de los esfuerzos que hace el Comité Olímpico Internacional para abrirse a prácticas nacidas en las calles del mundo que hoy siguen millones de jóvenes.
Y precisamente en el barrio del Bronx, en Nueva York, Estados Unidos, nació el breaking en los años 70 del pasado siglo. Emergió en las fiestas donde reinaba el hip hop, y se caracteriza por los movimientos acrobáticos, el juego de pies estilizado y el papel clave que desempeñan el DJ y el Emcee (maestro de ceremonias) durante las batallas.
Dentro del Movimiento Olímpico, el breaking está adscrito a la Federación Internacional de Baile Deportivo, fundada en 1957. Hizo su primera aparición en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Buenos Aires 2018. Tras comprobar su popularidad, el Comité Organizador de París 2024 propuso que hiciera su estreno absoluto en la capital francesa.
Otro deporte que ya causó furor en Tokio 2020 llega ahora a la máxima cita deportiva continental: el skateboarding. Su nacimiento fue en Malibú, California, Estados Unidos, en la década de los 40 del siglo XX. Los surfistas, durante los días sin olas, no tenían opción de practicar en el mar, y hacían acrobacias con sus tablas sobre algunas superficies en tierra.
Dos décadas después, aparecieron las primeras tablas de skateboarding, y en 1963 California acogía el primer campeonato de la disciplina del que se tenga registro.
Al pasar los años, el deporte evolucionó, ganó popularidad y creció el número de personas que lo practican. Se estima que 11 millones de skaters se encuentran activos alrededor del mundo.
En Santiago 2023 se compite en dos modalidades: park y street. La primera es un circuito con desniveles y curvas, mientras que en la segunda se evalúa la capacidad de los skaters de hacer trucos en cada obstáculo que se presenta.
Y por último está la escalada deportiva. La estadounidense Natalia Grossman es el número uno del mundo y competirá durante los próximos días para asegurar su cupo en París 2024. Esta nueva disciplina para Santiago 2023 se medirá en dos categorías: velocidad y combinada. La primera será presentada en un muro de 15 metros evaluando la rapidez, y la segunda consta de una escalada en bloques con un recorrido sorpresa.
