Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Los Leñadores son una gran familia

Las luces y el ambiente que armonizaron la final del béisbol cubano todavía no se apagan, quedan en la percepción popular los ecos de una postemporada atractiva

Autor:

Raciel Guanche Ledesma

Las luces y el ambiente que armonizaron la final del béisbol cubano todavía no se apagan. Aún quedan en la percepción popular los ecos de una postemporada atractiva, muy competitiva y, sobre todo, del espectáculo que vio cómo al centro del podio escalaban con autoridad, por segunda ocasión en series nacionales, los Leñadores tuneros.

En el Balcón del Oriente la fiesta sigue su curso. Sus héroes con nombres y apellidos de campeones fueron recibidos en las calles entre aplausos y abrazos. No era para menos. Pues luego de un comienzo dubitativo en la Serie, Las Tunas supo componer sus hachas poco a poco y regresó al título, de la mano también de hombres históricos en nuestra pelota, a puro talento y temple.

Dánel, siempre Dánel

Como un entrenador más de los Leñadores, el histórico Dánel Castro no descansaba en la cueva tunera. Y es que los partidos de postemporada son tensos. Se ganan en los pequeños detalles y, por qué no, también en esa sana «maldad» con que dota el tiempo a los grandes atletas. Con 47 años encima, Dánel sabe de lo que hablo.

Mientras el juego de pelota se ponía interesante durante la final, al veterano tercer madero de los Leñadores lo veíamos salir del banco hasta el círculo de espera y daba un consejo. Da igual si era a Dennis Peña, al joven Yunior Otero o a los mismísimos hermanos Alarcón. En Las Tunas este pelotero de mil batallas tiene ganada entre sus compañeros toda la autoridad y el respeto, porque aún sigue rompiendo con su bate los imposibles.

En el turno clave del segundo partido frente a los Leones de Industriales, cuando cedían por una carrera, Dánel se paró enfocado en home, confundió con un gesto al talentoso pítcher de los azules Frank Herrera, y dio la victoria pegando cañonazo al jardín central. Dijo entonces el incombustible tras el partido, que se preparó, como tantas veces, para decidir.

Ciertamente, Dánel Castro volvió a ser clave para que el título de Cuba quedara custodiado en bosque de Leñadores. Luego de ganar el campeonato, comentó a Juventud Rebelde que alcanzar la victoria sin refuerzos sabe mucho mejor y en el Estadio Latinoamericano aún más.

Sobre el director Abeysi Pantoja, quien siempre le dio confianza en el tercer turno, dijo que lo ha hecho muy bien en su debut tanto a la hora de mover los lanzadores como la alineación. «Es una persona que se deja ayudar y recibe los consejos de forma receptiva. Y al final te das cuenta de que es lo importante para alcanzar estos resultados», agregó Dánel.

«El nuestro es un equipo longevo, de peloteros que quizá dentro de cuatro años no estarán jugando, por lo que debemos trabajar rápido con las nuevas generaciones», expresó Dánel. En lo personal, recordó que jugará la 2da. Liga Élite y cuando llegue a los 2 500 jit se retirará.

A pesar de la veteranía de los Leñadores se sigue viendo un equipo sólido y con talento. Este año, por ejemplo, reconoció Dánel, la entrada de Roberto Sulivan Baldoquín fue muy oportuna y determinante en medio de la Serie.

Regreso Idóneo

El refuerzo les llegó temprano durante la temporada regular a los tuneros. Luego de la incorporación de Baldoquín al campo corto y como quinto madero en la alineación, Las Tunas comenzó un repunte despiadado en la tabla de posiciones. Tanto que terminaron en los 75 desafíos regulares como líderes.

Sin dudas, el exjugador de Ligas Menores en el béisbol estadounidense resultó inspiración con un aporte ofensivo de .402 de average y ocho batazos de vuelta completa en apenas 92 turnos en la goma. Pero si excepcional fueron sus hachazos al bate, a la defensa también brilló. Esa soltura en los terrenos e integralidad la estampó además durante la postemporada.

Baldoquín, exjugador de Ligas Menores en el béisbol estadounidense, tuvo un aporte ofensivo por encima de los 400 de average en la temporada regular. Fotos: Maykel Espinosa Rodríguez

«Es algo emocionante regresar ahora a la tierra que me vio nacer y un sueño llevarnos el título de Cuba. Sin dudas, lo más bonito que le puede suceder a un pelotero en su carrera», afirmó a JR quien fuera valorado hace varios años como gran prospecto en el mejor béisbol del mundo.

«Todos conocen que el equipo comenzó la temporada con muchas bajas y no nos daban entre los favoritos ni para clasificar. Pero pudimos ir armándonos y conformamos un conjunto compacto, donde el factor unidad nos llevó a ganar el campeonato. Y es que los Leñadores somos una gran familia, comentó Baldoquín».

Con el llamado a la preselección nacional, el muchacho ve posible en el futuro inmediato vestirse con las cuatro letras en el pecho. «Si la vida me lo permite defenderé con ahínco a mi país. Es a lo que aspira cualquier deportista y, claro, yo también», concluyó.

Un as para Los Leñadores

Después de salir de una lesión en su brazo de lanzar que lo alejó de los terrenos por varios meses, el diestro Alejandro Meneses cada vez que subía al montículo era casi segura la victoria tunera. Esta temporada terminó siendo líder de la rotación abridora y, en los playoffs, resultó junto a Keniel Ferraz las cartas más exitosas y completas de los Leñadores.

«Siempre baso mi trabajo en el control y la localización sobre los lanzamientos, poniéndome por encima en el conteo frente a los bateadores.  Estas son mis armas. Aun así, Meneses no es un pítcher ponchador, lo que eso sí, le conectan mucho por el cuadro y saca out, uno tras otro», dijo a JR.

Antes de la lesión, reconoce, tenía picos mayores de velocidad. Pero al cederla, realizó entonces un trabajo fuerte junto a su entrenador de pitcheo, Rodolfo Correa, que le ha permitido con inteligencia y recursos desde el box, dominar en nuestra pelota.

Tanto Meneses como sus compañeros todavía piensan en celebrar merecidamente el ansiado título. «Estoy contento por mi labor y la de todo el equipo durante la campaña. Pero vendrán nuevos desafíos con la Liga Élite y quién sabe también si algún compromiso con el equipo nacional», aclaró.

Tanto Dánel Castro como Roberto Sulivan Baldoquín fueron dos puntales en el camino al título para Las Tunas. Fotos: Maykel Espinosa Rodríguez

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