Los damistas cubanos necesitan aún de un mayor apoyo que les ayude a organizar competencias domésticas y recibir el reconocimiento merecido por su desempeño Autor: Cortesía de Emilio Segura Publicado: 24/09/2022 | 09:40 pm
Sería totalmente comprensible una sensación de sorpresa en el lector común al descubrir que el juego de damas cuenta con una estructura organizativa sólida en Cuba. Popular como entretenimiento, sobre todo entre niños y gente de edad avanzada, siempre se le ha valorado más por su indiscutible matiz lúdico que por su vertiente más competitiva.
Sin embargo, es un hecho, por ejemplo, que la Isla contó con representantes en el último Mundial de la disciplina, efectuado en mayo de este año en Turquía, y que insertará también a jugadores en el Panamericano a efectuarse en República Dominicana, según comentó a nuestro diario Emilio Segura, presidente de la Federación Cubana de Juegos de Damas (FCJD).
A día de hoy, esta entidad representa a los cubanos ante la Federación Mundial y, aun con cierto apoyo del Instituto Cubano de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder), lo hace de manera independiente. El reto más inmediato, asegura el directivo, es levantar el juego en el país, buscar una mayor participación popular, llevarlo a las escuelas y consejos populares y lograr que se vuelvan a vender los implementos necesarios para su práctica.
«La FCJD fue creada hace muchos años, pero actualmente se ha renovado, incluyendo todas las especialidades del juego que se practica acá, dígase la Internacional de cien casillas y la española y brasileñas de 64 casillas», comenta el presidente de la entidad rectora de los juegos de damas.
Y añade: «Agrupamos a todos los interesados en la práctica del juego sin ánimos de lucro y con el objetivo de contribuir a la recreación sana de sus participantes, además, como deporte mental que desarrolla la inteligencia, la autoestima, la perseverancia y la disciplina, entre otros atributos, de manera especial en los jóvenes».
Querer es poder
Los amantes de los juegos de damas en Cuba se encuentran ante una situación un tanto agridulce. Por una parte, los resultados los acompañan en la arena internacional, puesto que han situado el nombre de la Isla en el mapa de los certámenes de mayor pedigrí y esto les ha valido el apoyo de los organismos rectores de la modalidad a nivel panamericano y mundial, aunque aún conservan la condición de «invitados».
No obstante, Segura indica que deben mantener su insistencia de un mayor reconocimiento. A día de hoy, no cuentan siquiera con un presupuesto que les ayude a concretar proyectos competitivos. Por ejemplo, de manera anual organizan un torneo al cual no pueden asistir representantes de todas las provincias y en el cual los propios jugadores se hacen cargo de alimentación, transporte e incluso, en ocasiones, del alojamiento.
«No obstante, intentamos rescatar la Copa del Fuego en la ciudad de Cienfuegos, un evento que trataremos que obtenga la categoría de internacional, toda vez que en ediciones pasadas hemos tenido presencia de costarricenses. De todas maneras, entretanto, los damistas cubanos juegan por internet en páginas especializadas», argumenta el presidente de la Federación Cubana.
En este panorama, en el cual las aspiraciones son enormes y a veces las condiciones no acompañan, las gestiones personales cobran excesiva relevancia, aunque la incursión en certámenes internacionales y presuntos resultados importantes podrían significar la palanca para transformar la situación.
Turquía: un antes y un después
Para los principales promotores de la práctica del juego de damas en Cuba, la incursión en el Mundial por equipos efectuada en Turquía este mismo año, siendo uno de los diez países participantes, constituyó un sueño cumplido y a la vez un impulso para seguir adelante en busca de nuevas metas.
Uno de los criollos presentes, el yumurino Carlos Rivero, subcampeón nacional, comenta que fue una experiencia inolvidable. «En la ciudad de Antalya estaban “los monstruos” de Países Bajos, de Francia, por solo citar algunos, y jugamos en general contra la élite del mundo, solo faltaba Rusia, pero por lo demás las ausencias eran contadas», explica.
«El resultado lo considero bastante aceptable. Entre otras cosas, la Federación Mundial de Juegos de Damas nos lo pagó todo porque quería ver el nivel nuestro, por ende, el séptimo lugar obtenido es algo muy importante. Por fortuna, cada vez tenemos más jóvenes jugando damas y ya es evidente que el organismo universal nos tiene en cuenta», agrega.
Logros como este refuerzan la labor de la FCJD. En estos momentos, la entidad presidida por Emilio Segura en el rescate del juego, incentivando su presencia en festivales deportivos y de recreación, así como en proyectos comunitarios. Además, mantienen el propósito de que en la medida de las posibilidades llegue también a las escuelas.
Quisqueya: un reto
Durante los primeros días del venidero mes de octubre llegará la segunda competencia de élite para los damistas cubanos. Se trata del Panamericano de la disciplina, a efectuarse en República Dominicana. Allí estarán dos antillanos, el villaclareño y campeón nacional Walter Chaviano y el holguinero Nelson Marrero. El tándem será entrenado por Edward Ávila, quien asegura a JR que tiene plena confianza en el buen desempeño de sus dirigidos.
«Entrenamos mucho por internet y a través de esta plataforma competimos también con jugadores del mundo entero. Estudiamos muchas posiciones para jugar. Yo soy de Holguín y uno de los que nos va a representar también, por lo tanto, eso facilita las cosas, porque nos vemos con asiduidad.
«Con el jugador de Villa Clara mantengo constante comunicación. Al final, estaremos unos días en La Habana y allí competiremos entre nosotros y buscaremos los errores más habituales para no cometerlos más y llegar en la mejor forma posible al Panamericano», asevera.
Por su parte, Rivero, a quien se le escapó su clasificación al certamen regional en par de partidas de un evento eliminatorio, vaticina que será un torneo fortísimo, en donde Walter y Nelson Marrero nos defenderán dignamente.
Luz en el horizonte
Con la emergencia de figuras de gran talento y la inserción en competiciones de nivel mundial, el reto de la FCJD está planteado y el camino ha de ser de crecimiento sostenido. Una de las batallas más importantes que han ganado es la inclusión como miembros de la Federación Mundial de Juegos de Damas, aunque la condición de invitados les resulta insuficiente.
Por lo pronto, en coordinación con la Biblioteca Nacional José Martí, a partir del venidero mes de octubre el deporte realizará en dicha prestigiosa institución una competencia mensual (último sábado de cada mes). «A nosotros se sumarán nuestros hermanos del ajedrez y el scrabble, unidos todos en ese noble empeño de la práctica masiva de los deportes mentales», concluye Segura.