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El chileno Alexis Sánchez le dio al Inter de Milán su primer título de la temporada. Autor: Getty Images Publicado: 12/01/2022 | 05:54 pm
El pasado miércoles fue un día especial para el fútbol, pues se disputaron a la vez la cuarta fecha competitiva de la Copa África, la final de la Supercopa italiana y las semis de las ediciones española e inglesa.
La jornada la abrió el torneo africano con el choque del grupo F entre Malí y Túnez, dos selecciones de nivel que dieron un buen espectáculo, no exento de polémica, desde el Omnisport Stadium de Limbé.
Los de África Occidental controlaron el partido desde el arranque, lo cual les permitió empujar a los tunecinos a jugar en campo propio. Así todo, a pesar de su superioridad no tuvieron muy afinado el punto de mira y tras los 45 minutos iniciales se marcharon a descansar sin haber podido romper la igualdad.
Finalmente, el premio les llegó a los malienses tan temprano como al tercer minuto de la segunda manga. Todo comenzó a cambiar cuando el defensor Ellyes Joris Skhiri usó sus manos ilegalmente para bloquear un disparo de Boubakar Kouyaté, tras lo cual el árbitro decretó la pena máxima que convirtió Ibrahima Koné mediante un certero zurdazo.
Después de adelantarse, los dirigidos por Mohamed Magassouba fueron acomodándose poco a poco, tanto, que al 77 se invirtió la suerte y una mano del extremo Moussa Djenepo permitió a las Águilas de Cartago tener su oportunidad desde los doce pasos. Sin embargo, el disparo de Whabi Khazri, capitán y estrella de Túnez fue tapado con maestría por meta Bosso Ibrahim y todo siguió igual.
Al 87’, la situación se complicó más para Malí con la expulsión del delantero El Bilal Touré, quien había entrado como cambio seis minutos antes. Afortunadamente, no hubo más amenazas desde entonces y de paso contaron la ayuda no solicitada del árbitro Janny Sikazwe, quien ya había pitado el final del choque al 86’ y luego lo hizo unos segundos antes de los noventa minutos reglamentarios, lo cual provocó airadas protestas por parte de los jugadores y el cuerpo técnico del plantel norafricano, aunque eso no sirviera de mucho para cambiar las cosas.
En el restante partido de la llave F, también celebrado en Limbe, se vieron las caras los representativos «vecinos» de Mauritania y Gambia, el otro debutante —junto a Comoras— que asistió a esta lid.
Si bien los gambianos partían con la etiqueta de favoritos, no fue hasta el golazo de Ablie Jallow que se confirmó este hecho. El ariete, marcado en la espalda con el número «3ۚ», algo que parece ser tradición entre los equipos africanos, recibió de Musa Barrow desde la izquierda y en cuestión de milisegundos se perfiló para soltar un zurdazo fabuloso que burló el arco defendido por Babacar Diop.
Tras el tempranero tanto, los Escorpiones perdieron el empuje del principio y se vieron superados por uno conjunto mauritano muy intenso, que, a pesar de no tener demasiada puntería, logró imponer su ritmo durante el resto del encuentro.
Al final, el duelo terminó con triunfo de Gambia y la impresión de que sus oponentes, los llamados Mourabitounes, merecieron un premio mayor a su esfuerzo y buen rendimiento sobre la cancha.
En el encuentro que cerró la fecha, efectuado en el estadio Japoma de Duala, Costa de Marfil superó por la mínima a Guinea Ecuatorial, gracias a un sólido derechazo de Max Gradel que cruzó la meta al minuto 5’.
Inter, monarca absoluto
En la península de la bota, Inter de Milán y Juventus, campeones de las pasadas Serie A y Copa Italia, respectivamente, disputaron el primer alirón del curso.
El estadounidense Weston McKennie adelantó a los transalpinos al 14’ y Lautaro Martínez puso la paridad por los nerazurri con un cobro de penal al 35’.
En lo adelante, hubo de todo menos goles, hasta que Alexis Sánchez, habilitado por Mateo Darmian, canceló los penaltis con un tanto al 120+1’ que permitió a los de la ciudad de la moda celebrar la corona como monarca indiscutible de su tierra.
Un Clásico a la altura
Mientras en el cuerno africano se disputaba la Copa continental, del otro lado del Mar Rojo, en Riad, Arabia Saudita, Real Madrid venció 3-2 al Barcelona en la primera semifinal de la Supercopa Española.
Fue un partido de altísimo nivel, entrega y sobre todo de orgullo por ambas camisetas, que se definió en tiempo extra luego del empate a dos durante los noventa minutos reglamentarios. Primero, Vinicius Jr. puso delante a los merengues y al 41’ Luuk de Jong empató el marcador para el lado blaugrana.
La segunda mitad comenzó con mayor dominio de los muchachos de Xavi, pero cuando mejor jugaban estos, Karim Benzema volvió a adelantar a los blancos. No obstante, al 83’, el niño maravilla, Ansu Fati, quien había entrado de cambio, apareció para poner de cabeza la igualdad.
Ya en los treinta de agregado, Federico Valverde puso cifras definitivas al finalizar un contragolpe relámpago y rematar tras el pase de Rodrygo Goes.
Hoy, jueves, se jugará en el estadio Rey Fahd de la urbe saudí la otra manga, que tendrá como rivales al Atlético de Madrid y al Athletic Club de Bilbao.
Chelsea, primer finalista de la Copa liguera
En otro clásico, pero londinense, el Chelsea superó 1-0 al Tottenham en la vuelta de la Copa de la Liga inglesa, llamada Carabao Cup por motivos de patrocinio, y con global favorable de 3-0 logró avanzar a la discusión del título del primer torneo doméstico que se definirá esta temporada en la nación británica.
El tanto de los blues fue del alemán Antonio Rüdiger, quien al 18’ fue asistido por Mason Mount.
