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Media hora antes de la guerra

Los cuatro equipos que jugarán por el título más codiciado del deporte cubano buscarán esta noche tener suerte con los refuerzos

Autor:

Norland Rosendo

Los cuatro equipos que jugarán a partir del 3 de enero por el título más codiciado del deporte cubano buscarán esta noche tener suerte con los refuerzos en un «mercado» donde la cantidad de pitchers de calidad está por debajo de la demanda.

Todos los mentores han hecho públicas sus intenciones de blindar sus respectivos staff, unos con más urgencia que otros. La pieza más apetecible de los que han visto acción en la temporada es Lázaro Blanco, el lanzador de mejores resultados en nuestro país en los últimos años.

Si no varía su decisión, comentada con mucha firmeza a este redactor después de la doble victoria ante Santiago de Cuba para cerrar el calendario, Miguel Borroto lo va a sumar a la rotación de los Toros, luego de ganarse el derecho a hacer el primer pedido por liderar la tabla de posiciones.

El mentor de Matanzas, Armando Ferrer, también aspira a un abridor en la primera ronda, pero no descarta solicitar a un hombre que fortalezca su bullpen. Pablo Civil ha dicho que quiere, como mínimo, dos pitchers y una cantidad semejante necesita Industriales.

Más allá de Blanco, quedan tres artemiseños: los abridores zurdos Misael Villa y Geonel Gutiérrez y el relevista derecho Miguel Lahera, además del cienfueguero Yasmani Insua, de excelente actuación en la primera etapa del campeonato, pero estuvo lesionado gran parte del resto de la temporada. A su favor están las dos aperturas más recientes, ambas de calidad, que podrían haber despertado el interés de alguno de los directores. A Insua le faltó un out para tener los 90 inning exigidos para aspirar a liderar el escalafón de efectividad. Terminó con 2.21 y Carlos Juan Viera, quien encabezó ese apartado, registró 2.27.

También deben estar en los planes el holguinero Carlos Santiesteban y el granmense Carlos Santana, líder en juegos salvados con 17, pero con el traje de Santiago de Cuba solo puso cinco tapones.

Evidentemente, la oferta de serpentineros está por debajo de la demanda, a no ser que se amplíe el mercado y se incluyan a Raidel Martínez y Liván Moinelo, de quienes tenemos información que están entrenándose. El primero por cuenta propia en San Juan y Martínez y el zurdo empezó hace cuatro o cinco días a prepararse también. A media máquina, son dos hombres cuyas herramientas los colocan por encima de la media del bullpen de cualquiera de los cuatro aspirantes a la corona.

También está el avileño Dachel Duquesne, quien fue refuerzo de Cienfuegos, pero causó baja por lesión y hay reportes de prensa desde su provincia que indican que estaba restablecido y listo para volver a encaramarse en el box. Es un pitcher con experiencia en postemporada, que suele caminar mucho en los partidos, y si realmente está en condiciones podría ser el tercero o cuarto en cualquier rotación. 

En cuanto a los bateadores, el que más necesita robustecer su lineup es Camagüey. Si son de fuerza, mejor, y hay varios hombres de poder que sí le van a llegar a Borroto, aunque César Prieto sería una adquisición muy buena como camarero y un primer bate de lujo. 

Con muchísimas posibilidades de ser llamados también figuran Edilse Silva, Yoelkis Guibert, Pavel Quesada, Yasniel González, Dayán García, Raico Santos y Santiago Torres.

Las últimas horas han sido de cabildeos, contactos telefónicos y definición de alternativas para llegar a las siete de la noche con la mejor estrategia posible, pues de los refuerzos escogidos puede depender la suerte a partir de enero. 

 

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