Jorge Grau se convirtió en uno de los «gatillos» más temidos del tiro centrocaribeño. Autor: Abel Rojas Barallobre Publicado: 31/07/2018 | 09:36 pm
BARRANQUILLA.— Nada esta vez de empezar con la manida frase: «Cuenta la leyenda…». ¡Qué va! Nada de lo que se le atribuyó a Clay Allison, el Crazy Clay del Viejo Oeste, fue resultado de la imaginación o de algún intento por sobredimensionar su historia. Del Loco todo lo que se habló fue cierto. Fue todo un personaje en su natal Texas.
Muchas órdenes de captura a su nombre, mas nadie se arriesgaba a cumplirlas. Crazy Clay nunca tuvo escrúpulos y su impecable puntería fue un fastidio para todo el que le temió. Hablo de la segunda mitad del siglo XIX.
A lo mejor, más de cien años después, un pistolero del siglo XXI como el guantanamero Jorge Grau no conoce de las locuras del tejano. Pero Grau, quien comenzó con tibieza sus peripecias por estos Juegos Centroamericanos y del Caribe, terminó convirtiéndose en un tirador muy temido en el Club de Tiro y Caza Helmut Bellingrodt, rodeado de montañas, árboles y mucho polvo, parecido al hábitat propio de Clay.
Grau tiene un talento innato con su arma. No se puede decir otra cosa sobre este hombre de 31 años, quien con su desempeño de ayer, en la última jornada del tiro, llegó a cinco coronas y se convirtió en el atleta con más medallas de oro en esta lid, junto con la nadadora mexicana Liliana Ibáñez.
Jorge, que además posee una plata y un bronce, sostuvo este martes la pistola standard, a la distancia de 25 metros, cual extensión de su brazo derecho, y reunió 567 puntos de oro. Sintió por enésima vez el efecto liberador de dispararle a la diana, y también, de un tiro, cosechó su segundo metal áureo ayer, en la prueba colectiva de esta arma, junto al habanero Jorge Félix Álvarez y el holguinero Leurys Pupo, artífices de una puntuación de 1 685 unidades.
El repunte dorado que tuvo el pistolero guantanamero fue adornado por la actuación de las chicas del rifle tres posiciones a 50 metros, Eglys de la Cruz, Dianelys Pérez y Lisbeth Hernández, trío que se proclamó campeón con récord para los Juegos de 3 444 puntos, mientras que la veterana Eglys sintió el subidón de ser reina en el concurso individual.
Después de dos jornadas de puro éxito para el tiro cubano en Barranquilla, este terminó en la segunda posición del medallero, con 12 coronas, una menos que el monarca México, aunque ambos países concluyeron con igual cantidad de 27 medallas.