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El Madrid toma Baviera… otra vez

El Real Madrid venció 2-1 al Bayern Munich en uno de los partidos de ida de las semifinales de la UEFA Champions League

Autor:

Eduardo Grenier Rodríguez

Reza un viejo axioma que el fútbol no es cuestión de merecimientos, sino de anotar goles. Este miércoles, sobre la grama del Allianz Arena de Múnich, el Bayern desperdició su dominio durante casi la totalidad del encuentro, y encajó par de goles de un efectivísimo Real Madrid que a la postre se impuso por marcador de 2-1 en el cotejo de ida de este duelos semifinal de la Liga de Campeones de la UEFA.

Comenzó el encuentro de manera tranquila, con un evidente respeto mutuo entre dos colosos europeos, que solo se vio resquebrajado en el primer chispazo, provocado por un pase puesto en los pies de Joshua Kimmich con precisión de cirujano por parte de James Rodríguez.

El talentoso lateral alemán recibió la pelota del colombiano por el carril derecho, recorrió raudo el «autopista» dejado por Marcelo –quien se quedó en la parcela ofensiva- y definió como los grandes al primer palo de un Keylor Navas errático durante la primera mitad del cotejo.

A partir de ahí, llegaron los fantasmas al Allianz. Tras la prematura lesión de Arjen Robben, también debió marcharse del césped por esta causa el central Jerome Boateng, sustituido por Niklas Sule. Aun así, los dirigidos por Jupp Heynckes arreciaron su presencia en la zona defendida por el cuadro madridista, y si no ampliaron su ventaja fue debido a la inefectividad de sus delanteros.

Entonces, cuando parecía que culminaría el primer tiempo con un 1-0, apareció Marcelo como una exhalación para «pescar» un rebote fuera del área y enviar con un zurdazo espectacular la esférica al fondo de las redes. El lateral brasileño, que antes había sido uno de los responsables del gol bávaro, resarció su displicencia defensiva con uno de sus exclusivos remates.

En la segunda parte Zidane cambió el libreto. Sacó a Isco, inoperante en la banda, y dio entrada a Marco Asensio. El joven mallorquín nunca falla, y en una contra letal hilvanada junto a su «compinche» Lucas Vázquez puso en el marcador el 2-1 que resultaría definitivo.

El Madrid ganó fiel a su estilo. Sufrió en defensa y con par de latigazos ofensivos aprovechó las ocasiones, aun sin el aporte de su estrella, Cristiano Ronaldo. Así, los merengues dan un paso enorme en sus aspiraciones de continuar haciendo historia e incluirse en su tercera final de Champions consecutiva, un hecho inédito hasta el momento. El estadio Santiago Bernabéu, el próximo primero de mayo, dictará el veredicto.

 

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