Como hace cuatro años, Alemania buscará la gloria con Thomas Müller como bujía. Autor: Getty Images Publicado: 02/04/2018 | 02:02 pm
La fase de grupos del Mundial de fútbol es una etapa que muchos –más o menos conocedores- califican como un mero trámite para los grandes conjuntos. Son tres partidos, en los que a priori se supone que el «cabeza de serie» consiga como mínimo par de victorias que encaminen su avance hacia la ronda de los 16 mejores. Mientras tanto, para sus acompañantes, el recorrido tiende a ser con frecuencia mucho más accidentado.
Y es que sorpresas aparte, la afirmación anterior es casi un dogma que a fuerza de estadísticas ha marcado las Copas del Mundo desde la década de los ’80, cuando la FIFA determinó la desaparición de la segunda ronda, disputada por última ocasión en el torneo de 1982, organizado en territorio español.
No obstante, desde México ’86 hasta la fecha, hay solo dos equipos campeones que pueden presumir de jamás haberse quedado en la primera instancia. El primero es Brasil y el otro Alemania, monarca vigente y gran favorito en el grupo F de Rusia 2018.
Los teutones son uno de los onces con mejor desempeño en la historia del torneo, lo cual demuestran sus 11 podios en 18 apariciones mundialistas. Por si fuera poco, solo en una competencia, la de Francia 1938, no fueron capaces de avanzar a los cuartos de final.
De nuevo bajo la égida de Joachim Löw, esta vez portarán, como es costumbre, la etiqueta de rivales a vencer, gracias a la presencia en su plantilla de jugadores jóvenes y de gran talento, frutos del gran impulso y crecimiento que ha tenido el fútbol base en esa nación.
Bajo palos debería estar Ter Stegen, protegido desde la zaga por Hector, Hummels, Rüdiger y Kimmich. De mitad de cancha hacia arriba, conducirán Kroos, Khedira y Goretzka, con Müller, Sané y Werner en busca del arco contrario.
Con un boleto prácticamente reservado para los tetracampeones germanos, la segunda plaza se definirá muy probablemente entre México y Suecia, quienes por cosas del azar se medirán en el cierre de la llave.
Los aztecas, indiscutidos reyes del área de Concacaf, intentarán no solo meterse en octavos, sino que ya en esa fase, buscarán derrotar la maldición del quinto partido, el cual les viene siendo esquivo desde que fueran sede allá en 1986.
La responsabilidad de quitarle al Tri ese sambenito será para Guillermo Ochoa, Andrés Guardado, Miguel Layún, Héctor Moreno, Javier «Chicharito» Hernández e Hirving Lozano. Pese a lo controvertido de la gestión técnica de Juan Carlos Osorio, a todos ellos debería bastarle con la experiencia y las buenas maneras para superar cualquier superstición.
Terceros en Estados Unidos ’94, y tras quedar fuera de las citas de 2010 y 2014, el Wunderteam sueco regresa ahora dirigido por Mladen Krstajic, y lo hará sin la figura más mediática, polémica, y a la vez brillante, de toda su historia: Zlatan Ibrahimovic.
La generación que los ha devuelto a este espectacular escenario, gira hoy en torno a Emil Forsberg, creativo mediocampista de gran rendimiento en el Red Bull Leipzig de la Bundesliga, quien estará acompañado de un lado por la juventud de Victor Lindelöf y Ludwig Augustinson, y por el otro del recorrido de Albin Ekdal, Oscar Wendt, Jimmy Durmaz, Marcus Berg y Ola Toivonen.
La llave F tiene como cuarto miembro a Corea del Sur, selección que si nos guiamos por los precedentes, sin dudas será el aspirante que dará mayores dolores de cabeza a su técnico, Shin Tae-yong, si es que desean tener algún progreso en territorio ruso.
Para los asiáticos, integrados en su mayoría por futbolistas de la liga local, la clave estará en garantizar una mayor solidez defensiva que otras veces, y luego encomendarse al virtuosismo de su joya, Son Heung-min.