La final de los 400 metros planos era uno de los principales platos fuertes que prometía el Campeonato Mundial de Atletismo que celebra la capital británica de Londres. Entre otros serios pretendientes al podio, se encontraban el sudafricano Wayde Van Niekerk, el hombre más veloz de todos los tiempos en la vuelta al óvalo, y el botsuano Isaac Makwala, quien tenía tres de las diez mejores marcas del año y había declarado que venía a ganar la medalla de oro.
Pero Makwala perdió y su verdugo no fue ni Van Niekerk ni ninguno de los otros seis finalistas. La derrota del africano ocurrió sin salir a la pista, pues fue uno de los casi 30 atletas afectados por gastroenteritis, y ante ese percance, Wayde mostró un dominio absoluto en su especialidad, con tiempo de 43.98 segundos, para dejar en plata al bahamés Steven Gardiner (44.41 segundos) y en bronce al catarí Abdalelah Haroun (44.48 segundos).
En la propia jornada, el garrochista estadounidense Sam Kendricks dominó su prueba con 5,95 metros y relegó al segundo escaño al polaco Piotr Lisek (5,89) y al metal bronceado al galo Renaud Lavillenie (5,89), mientras que la única cubana que vio acción fue la balista santiaguera Yaniuvis López, dueña de un disparo de 17,84 metros que la clasificó en la oncena posición a la final de hoy.