El talentoso villaclareño Neslier Abreu volverá a ser un referente ofensivo para los Lobos. Autor: Abel Rojas Barallobre Publicado: 21/09/2017 | 06:52 pm
Hace poco más de una semana Guantánamo vibró con la corona regalada por su selección femenina de baloncesto en la Liga Superior. Pinar del Río, el anterior monarca, ni siquiera avanzó a la postemporada y las orientales, con derroche de gallardía, fueron reinas por primera vez. Por otro lado, el venidero martes comenzarán las semifinales de la rama masculina, al mejor de tres encuentros, sin el actual campeón Ciego de Ávila y con el plus de ver si el puntero Villa Clara emula a las guantanameras y estrena el gallardete.
Los Lobos del centro, que estarán acompañados en la inminente fase por los planteles de La Habana, Pinar del Río y Matanzas, concluyeron en la cima, después de tres rondas en Santiago de Cuba, la capital y la tierra de la piña, con foja de 18 victorias, tres reveses, 1 756 puntos anotados y 1 649 permitidos. A juzgar por los valiosos datos del estadístico Benigno Daquinta, sus mejores actuaciones han sido tres terceros lugares desde que en la temporada 2004-2005 se implementó la estructura de seis equipos, pues antes, bajo el nombre de Centrales, fueron campeones tres veces.
Los alumnos de Carlos Valle se reforzaron con el camagüeyano Yoimar López y el indómito Roigelis Ochoa, para medirse en la duela de la yumurina EIDE Ormari Arenado a los locales —cuarto puesto de la clasificatoria con 13 triunfos y ocho derrotas—, que optaron por las prestaciones del escolta avileño William Granda y del guantanamero Yuset Tito. Los matanceros archivan una plata y dos bronces.
Mientras, en el tabloncillo de la Mariposa habanera, los anfitriones, que solamente apostaron por los servicios del delantero santiaguero Esteban Martínez, recibirán a los vueltabajeros, dueños a partir de ahora del agramontino Yoanis Baldó y del avileño Dainer Martínez. Ambos conjuntos culminaron la fase precedente con idéntico acumulado de 15 éxitos y seis fracasos, pero el duelo entre ambos favoreció a los más occidentales, dos sonrisas con un descalabro.
De los conjuntos enrolados en las semifinales, Pinar del Río es el único que no ha subido a un podio de premiación, siendo sus mejores desempeños dos quintos lugares en las últimas campañas. Mientras que los capitalinos, desde la fundación de la LSB en 1993, han ganado siete veces, nueve ocasiones se han colgado la plata y tres el bronce.