Varios de los que participaron en el Mundial sub-23 repiten ahora. Autor: FIVB Publicado: 21/09/2017 | 06:17 pm
Simultáneamente, dos vecinos nuestros serán anfitriones a partir de mañana de los XVIII campeonatos mundiales juveniles de voleibol: Puerto Rico organiza la cita para damas menores de 20 años y México la de varones (sub-21).
Si bien las pretensiones criollas en ambos certámenes no son todo lo ambiciosas que fueran antaño, ambas formaciones buscarán seguir superándose en el orden competitivo, los varones reúnen un plantel capaz de lograr una ubicación decorosa en el ordenamiento final, lo que significa, de acuerdo con los pronósticos, concluir entre los ocho primeros.
Ambas lides tiene similar formato: los 16 equipos se dividen en cuatro grupos iguales, y los dos primeros lugares de cada uno de ellos avanzan a otra ronda de dos agrupamientos. Los dos mejores en cada llave accederán a la semifinal.
La escuadra masculina, dirigida por el técnico de la selección nacional, Rodolfo Sánchez, retorna a este tipo de justas después de una década de ausencia y enfrentará en la primera ronda a Brasil (segundo lugar en el ranking mundial de la categoría), China (10) e Irán (5), por ese orden.
Los tres adversarios están por encima de los nuestros, ubicados en el puesto 13 del listado global, según la Federación Internacional de Voleibol. No obstante, la nómina cubana cuenta con varios jugadores que militan, incluso, en el principal plantel de la Isla.
Históricamente, Cuba archiva en mundiales juveniles dos medallas de plata (1987 y 2009) e igual cantidad de preseas de bronce (1985 y 2005).
Mientras, las chicas, dueñas de la casilla 16 en el ranking del mundo, debutarán el viernes contra la escuadra de Rusia, anclada en el séptimo escaño. A continuación rivalizarán con Bulgaria (10) y las locales boricuas (28).
Hace dos años, las cubanas no acudieron al torneo celebrado en la República Checa, y en 2011 fueron duodécimas entre 16 concursantes. Sus mejores actuaciones fueron en 1985 y 1993, cuando subieron a lo más alto del podio, y en 1989, justa en la que se colgaron las preseas plateadas.
Cuba completa así un año intenso para el voleibol de sala en las citas del orbe por categorías. En los certámenes para menores de 18 y 23 años, las chicas quedaron en el último lugar; mientras, los varones del sub-19 quedaron en el décimo escaño y cuartos los del sub-23.