Cuando solo queda una fecha para que concluya su participación en la Copa del Mundo de Voleibol femenino que acogen siete ciudades japonesas, el equipo cubano sufrió este viernes su séptimo revés en nueve salidas a la cancha, a manos de uno de los líderes de la justa, Serbia, en set corridos (22-25, 19-25 y 15-25).
Paradójicamente, las dirigidas por Roberto García cometieron menos errores no forzados que sus rivales (22-24) y su muralla en la net también fue más efectiva (10-7); sin embargo, el ataque de las europeas resultó demoledor, al extremo de subir a la pizarra 42 puntos por esa vía, ¡23 más que las antillanas!.
Los reportes estadísticos del partido indican que ante la ausencia de la principal jugadora cubana, Melissa Vargas -a quien los estrategas y el personal médico no quieren apurar tras resentirse una lesión en el hombro derecho-, los principales aportes ofensivos les correspondieron a Daymara Lescay y Heidy Rodríguez, ambas con seis unidades.
Hoy Cuba enfrentará a Perú (1-8) y finalizará mañana contra Corea del Sur (4-5). Los planteles de Rusia, China y Serbia, con balance de ocho triunfos y un solo revés, encabezan la tabla de posiciones del torneo, que premiará a los ocupantes de las dos primeras plazas con pasajes directos a las Olimpiadas de Río de Janeiro 2016.
Paso a paso, hasta el remate
La inserción de cinco atletas en ligas foráneas (tres varones y dos hembras), así como la participación en ocho campeonatos mundiales de diferentes categorías en el 2015, son dos argumentos que avalan el rediseño estratégico de la Federación Cubana de Voleibol con el propósito de reinsertar a ese deporte en la elite mundial.
Luego de varios años en los cuales los resultados competitivos han sufrido una caída vertiginosa, entre otras causas por el abandono de las principales figuras de las selecciones nacionales y la ausencia de una política coherente para garantizar el relevo en cada etapa, las autoridades y los técnicos cubanos del voleibol, más que medallas, tienen la mira puesta en corregir esas deformaciones y formar atletas capaces de desempeñarse con calidad en cualquier escenario.
Lo anterior trascendió este viernes en un encuentro del presidente de la Federación Cubana de la disciplina, Ariel Saínz, con la prensa especializada, en el cual ponderó que los 84 atletas matriculados en la Escuela Nacional tienen un promedio de edad de 20.3 años, y solo cinco rebasan los 25 años.
Además, anunció que como parte de la política de contratación, Javier Jiménez y Rolando Cepeda intervendrán en la liga de Grecia con el equipo Paok, y Osmany Uriarte militará en la nómina del Maliye Pilliango, de Turquía. Mientras, Sulian Matienzo y Melissa Vargas —esta última bajo el amparo de una beca deportiva, dada su edad— han sido firmadas por el club Prostejov, de la República Checa.
En todos los casos, explicó Ariel, se hizo un estudio previo de las condiciones de cada plantel, de su solvencia económica y los contratos se firmaron después de un proceso de negociación entre ambas partes, sin la presencia de intermediarios. El 90 por ciento de los montos a pagar le corresponderá a los atletas y el diez por ciento a la Federación Cubana.
El directivo también hizo énfasis en que estos acuerdos son válidos ante la Federación Internacional de Voleibol (FIVB), organismo que está ratificando las sanciones impuestas por Cuba a atletas que abandonaron al país.
«La política de la FIVB es de no favorecer el cambio de Federación de origen de los atletas. O sea, que jueguen por su bandera, y aplicar lo establecido con los indisciplinados», sentenció Saínz.
Entre otros temas, la máxima autoridad del voleibol cubano se refirió a la voluntad de las selecciones de sala y playa de ganarse un cupo para la cita estival de Río de Janeiro, aunque es en esta última modalidad donde estriban las mayores opciones después de los resultados en 2015.