A las chicas cubanas les restan tres partidos cruciales. Autor: Juan Moreno Publicado: 21/09/2017 | 06:12 pm
TALDYKORGAN.— Nada más llegar a esta ciudad del sudeste de Kazajstán, el alto mando de la escuadra femenina cubana de voleibol decidió luchar contra el tiempo. El recorrido de estas casi niñas, que había comenzado en la mañana del lunes en Lima, se extendió por Moscú y Almaty, y terminó este miércoles pocos después del mediodía local —diez más que el horario en Cuba. Con tres partidos en el horizonte, todos cruciales para las aspiraciones de llegar a la final del segundo nivel en el presente Grand Prix, no quedaba mucho margen para el ocio.
Entre el lógico cansancio y las urgencias de recuperar tanto tiempo de inactividad, el estratega Roberto García se decantó por llevar a sus muchachas hasta el acogedor y moderno Palacio de Deportes Zhastar, donde mañana saltarán a la cancha en busca del primer triunfo frente a la representación de Australia.
En medio de la ligera sesión, en la que primaron los ejercicios de estiramiento y tonificación muscular, así como los movimientos defensivos, el técnico cubano compartió con JR sus valoraciones sobre la recién finalizada Copa Panamericana y las expectativas que tiene de cara a los cercanos compromisos.
«Lo que hicieron en Perú las muchachas fue un paso más en su tránsito de crecimiento, y ellas mismas están contentas por lo realizado. Para el aspecto psicológico fue fundamental, porque empezaron a notarse algunos avances, sobre todo con la victoria frente a Puerto Rico, equipo que nos había vencido en el pasado Campeonato Mundial, después de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, y hace muy poco en el torneo Final Four que organizamos en La Habana. Este grupo es muy joven, pero tiene que ir tomando responsabilidades, y sobre toda las cosas, ir cambiando la mentalidad negativa motivada por muchas derrotas acumuladas», dijo optimista.
Poco antes de iniciar el intenso periplo competitivo —se extenderá hasta los Juegos Panamericanos de Toronto—, García había trazado como principales metas a corto plazo la clasificación a la Copa del Mundo y asegurar la presencia en el Grand Prix del próximo año, «la cual tendríamos que valorar la factibilidad del nivel en que nos inscribiremos», aclaró. Ambas ya fueron cumplidas.
En el certamen de Lima, las cubanitas terminaron en el cuarto escaño. Después de avanzar en el segundo puesto del grupo B solo con la derrota frente al favorito elenco de República Dominicana, hicieron bastante resistencia frente a equipos actualmente superiores, como lo son el de Argentina y el alternativo presentado por Estados Unidos, a la postre campeón.
«Si tuviese que elegir los puntos más altos del equipo, esos fueron el saque y el bloqueo. Lo que menos me gustó fue que seguimos teniendo problemas en el contrataque, fundamentalmente con el pase, y eso es algo que debemos seguir trabajando», añadió García.
Aunque todavía falta una jornada para que arranquen las acciones del grupo, el timonel cubano ya confirmó que mantendría a su alineación titular. Cuando usted lea estas líneas, ya sus alumnas deben haber cumplido su segunda sesión de acondicionamiento, que debe ser la última antes de enfrentar mañana al elenco de Australia.
Las muchachas de la Isla Continente no participaron en la más reciente edición del Campeonato Mundial, y sin tener mayores referencias, cabe decir que se han presentado aquí con algunas jugadoras de físico envidiable. El segundo compromiso de las cubanitas será frente a Argelia, sobre el papel la más discreta de todas, y cerrará este primer tramo con un duelo dominical ante las anfitrionas, dueñas de par de triunfos que le permitieron superar el primer corte de la anterior cita universal, pero poco pudieron hacer entonces en la siguiente fase.
Un buen resultado ahora multiplicaría las opciones de nuestras voleibolistas de estar en la final del nivel, a la que ya están aseguradas las canadienses en calidad de anfitrionas. El próximo fin de semana el equipo cubano, después de otra titánica travesía, regresa a Perú junto a las kazajas, para allí unirse a colombianas y locales en el segundo y último segmento clasificatorio del grupo.