Con la calidad más concentrada, la segunda parte de la campaña promete ser más disputada. Autor: Juan Moreno Publicado: 21/09/2017 | 06:01 pm
El pronóstico meteorológico anuncia para hoy una tarde soleada, ideal para que los ocho aspirantes a la corona del béisbol cubano comiencen la pugna. Fueron los sobrevivientes de la etapa clasificatoria, y hasta este tramo final arrastran sus respectivos botines. ¿Qué pasará a partir de ahora? Afortunadamente, el béisbol es tan impredecible como el clima.
Contrario a las normas gastronómicas, quisieron los organizadores abrir el segmento con un plato fuerte. Hace unos años tendría sabor a entrante, pero el hecho de haber ocupado los dos primeros puestos de la tabla de posiciones durante la fase inicial, hace que el duelo entre Matanzas y Granma cambie de posición en el menú.
Los anfitriones yumurinos dirigidos por Víctor Mesa avanzaron una vez más en la vanguardia, ahora con tres triunfos más que los conseguidos hace un año. Cuatro por encima, si tomamos como referencia los conseguidos en los primeros 45 desafíos que disputaron en la temporada 2012-2013. Eso denota constancia, estabilidad. Si de verdad estuviésemos frente a un plato, los Cocodrilos aportarían la carne, la «fibra». Sin ápice de menosprecio, los granmenses formarían la guarnición, en estos momentos la mejor posible.
No es que los Alazanes hayan sido hasta ahora un postre, pero les faltaba condimento. O tal vez un «cheff» con el sentido del paladar tan aguzado como el de Carlos Martí, quien supo ahora mezclar los mejores ingredientes disponibles para conseguir un sabor ganador.
Hace un año, con similares productos, el equipo ganó nueve juegos menos y quedó fuera de la carta. Aunque su promedio ofensivo (.269) fue extraordinario, el poder de fuego volvió a ser ahora su mejor credencial —mayor cantidad de extrabases (116) y cuadrangulares (41). Así, fueron el pitcheo y la defensa los puntales que sostuvieron su ascenso. Pero ya eso es historia.
A partir de ahora ambos rivales presentan una fisionomía diferente a la que exhibieron cuando saldaron su cruce particular, que favoreció por 2-1 a los matanceros. Estos han sumado armas de alto calibre y excelsa velocidad con los santiagueros Alexei Bell y Luis Yander La O, mientras que los orientales prefirieron rediseñar su cuerpo de tiradores para hacer frente a la solidificación de casi todas las tandas ofensivas.
Aun así, las diferencias se notarán más desde la lomita, sobre la cual los Cocodrilos parecen superiores. El timonel yumurino dispondrá de un trío de excelentes prestaciones hasta el momento formado por Yoanni Yera, Cionel Pérez y Jonder Martínez.
Casi simultáneamente, otro manjar se estaría degustando en el Capitán San Luis vueltabajero, donde los «comensales» permanecerán atentos a la nueva presentación de lo vigentes monarcas. Con el timonel Alfonso Urquiola rehabilitado, los pinareños pondrán a prueba su temible armada monticular frente a unos Piratas pineros que tienen ahora como misión no convertirse en una perita en almíbar.
Pudiera ser el as villaclareño Freddy Asiel Álvarez —sumado en la rifa de los refuerzos— el encargado de la primera apertura, aunque Yosvani Torres o Julio Alfredo Martínez también aparecen como posibles alternativas. Será cuestión de estrategia a la hora de concebir la rotación y con Industriales como sus próximos rivales, también en casa, hay variantes para escoger.
Asimismo, la nave de los filibusteros estaría atracando en la más occidental provincia con varias interrogantes. Su alto mando incorporó a los tiradores tuneros Yoalkis Cruz y Darién Núñez, así como al santiaguero Ulfrido García, y será interesante apreciar cómo los combina con sus propias armas. Una vez más, la gran interrogante rondará sobre su capacidad ofensiva, sobre todo la de largo metraje, pues solo pudieron conectar ocho vuelacercas en la primera parte del campeonato.
Otra combinación atractiva pudiera verse en Artemisa, donde los Cazadores recibirán a Industriales. El estratega Dany Valdespino, en pos de darle el punto de cocción exacto a su propuesta, acudió a los servicios de tres artilleros de respeto como el espirituano Frederic Cepeda, el tunero Yosvani Alarcón y el tunero Danel Castro. ¿Será el contrapeso necesario para un cuerpo de lanzadores fiable? Esta vez los artemiseños ganaron un juego más que hace un año y nuevamente entre los ocho mejores del país, ahora aspiran a llegar por primera vez a una postemporada.
La ofensiva del tunero Danel Castro pudiera contribuir a equilibrar el desempeño de los Cazadores artemiseños.
La respuesta inicial la darán frente a los Azules de Lázaro Vargas, por enésima vez inclinado hacia el reforzamiento de su cuerpo de serpentineros. Madero en ristre, lo tropa capitalina sigue sin carburar como de ella se espera, aunque como atenuante le sirva la ausencia de Yulieski Gourriel a lo largo de todo el período clasificatorio. Con su hermano menor Lourdes Yunielki —ahora en estado de gracia—, más el calibre de Alexander Malleta y Rudy Reyes, pudieran redondear una tanda que sostenga los sueños de los aficionados capitalinos.
A partir del derecho Frank Montieth, tendrá Vargas que recomponer sus elecciones monticulares para asumir con éxito una importante subserie frente a un rival con el que comparte escaño en la porfía por incluirse entre los cuatro primeros del pelotón.
Por último, en tierras avileñas se presentará Holguín, que aunque no fue el último en montarse al tren de los clasificados, pasó acomodado en el último vagón. Como premio de consuelo, el mánager Irochi Bartutis se adueñó de la pieza más cotizada del sorteo de los refuerzos, y salvo algún imponderable, en el José Ramón Cepero veremos una nueva exhibición del estelar camagüeyano Norge Luis Ruiz.
Los Cachorros disminuyeron sus prestaciones con respecto a la actuación de hace un año, cuando consiguieron dos victorias más. Ahora, además del as agramontino, adquirieron cuatro piezas para el respaldo ofensivo como los santiagueros Edilse Silva y Reutilio Hurtado, más el espirituano Eriel Sánchez y el tunero Yordan Batista. En resumen, fuerza, tacto y experiencia bien repartidos.
En la otra trinchera estarán los Tigres bajo el mando de Roger Machado, que hace un año terminaron con el mismo balance que el octavo clasificado, pero quedaron marginados de la recta final. En esta oportunidad, igualar su anterior actuación le permitió a la tropa avileña sostener su candidatura, reforzada con la entrada del abridor espirituano Ismel Jiménez. Después de un buen arranque, sus actuaciones en el último tercio del calendario casi comprometen su clasificación, por lo que un mal arranque, teniendo en cuenta la cantidad de derrotas que ya acumulan, lastraría peligrosamente sus posibilidades.