No se trata de un mero brindis. Más bien es un merecido gesto, una de las formas más trascendentales de recordar la obra de Eugenio George Laffita, el entrenador de selecciones femeninas de voleibol más sobresaliente del pasado siglo. Sin dudas, el creador y soporte fundamental de la escuela cubana de este deporte, reconocida mundialmente por sus enormes logros.
Durante la reunión técnica de la presente Copa Panamericana, que comenzó este miércoles su programa competitivo en tierras mexicanas, se guardó un minuto de silencio en honor al insigne estratega, fallecido el pasado 31 de mayo. Y a seguidas, el dominicano Cristóbal Marte Hoffiz, presidente de la Unión Panamericana de Voleibol, anunció que presentará oficialmente en los próximos días la propuesta para que las venideras ediciones del torneo lleven el nombre del prestigioso entrenador.
«Esa es la mejor manera de preservar su memoria para todas las generaciones del voleibol. Él era un maestro, un consejero y un amigo siempre dispuesto a compartir sus conocimientos. Por encima de todas sus cualidades habrá que recordar su humildad», expresó el también Vicepresidente de la Federación Internacional de Voleibol (FIVB).
Primer paso
Al cierre, la selección femenina cubana debutó con buen pie en el grupo A del certamen, al someter en sets corridos (25-19, 25-17, 25-21) a la representación mexicana.
Por las cubanitas fue la joven opuesta Melissa Vargas, la principal referencia ofensiva, con 16 puntos.
Las discípulas de Juan Carlos Gala asumirán hoy un difícil reto frente al elenco de República Dominicana, armado con sus principales figuras.