La potencia de púgiles cubanos era reconocida cuando no se usaba cabecera. Autor: Juan Moreno Publicado: 21/09/2017 | 05:34 pm
Para total satisfacción de los espectadores que «imploran» ver impactos más potentes sobre un cuadrilátero —entre quienes me incluyo—, a partir del próximo 1ro. de junio no habrá más cabecera para los pugilistas de la categoría mayor, según dictaminó la Asociación Internacional de Boxeo (AIBA).
Algunos lectores, ultradefensores de esa integridad física que yo también amparo, me tildan de «inhumano», y alegan que no soy yo el que va a recibir los golpes, cuando he alabado el retorno de los combates sin ese aditamento, que la AIBA comenzó a utilizar en abril de 1984.
El boxeo es el más viril de los deportes, y esa máxima es conocida por quienes lo practican desde las edades infantiles. Cruzar guantes es sinónimo de recibir golpes… no flores. ¿Qué me dicen?
No es necesario recordarles cómo reacciona un auditorio cuando los adversarios entran en un buen intercambio y, de pronto, el árbitro lo detiene porque se ha desamarrado una de las cabeceras.
El boxeo es un espectáculo y nuestro país pide a gritos su rescate, tras haber perdido su popularidad de antaño. Y sin cabecera no habrá más detención de las peleas por el ya habitual inconveniente de marras, en tanto deberán retornar los nocauts que sí levantan al graderío.
Además, en el boxeo amateur ya no existen los grandes pegadores, porque trabajan como si fueran esgrimistas: marcan un punto y salen del área de golpeo. Y esas peleas, realmente, invitaban al bostezo.
Entonces, dada la reconocida potencia del pugilismo cubano en cualquier época —incluso cuando no se usaba este protector de cabeza—, la decisión no le afectará en lo absoluto.
Lo que sí se precisa es desarrollar un mejor arsenal defensivo, para evitar los potentes golpes «que se avecinan». Además, los púgiles deberán recobrar la fuerza explosiva para buscar noquear al rival lo antes posible.
Como ha trascendido, Cuba anunció su inclusión en la venidera IV Serie Mundial de Boxeo, que se iniciará en noviembre, en la cual también competirán pugilistas profesionales.
Por eso, los dos eventos que se avecinan en junio, serán claves para ir mejor preparados… y sin cabecera. Se tratan del Internacional Córdova Cardín in memoriam, con sede en La Habana (del 4 al 9 junio) y de la gran final del Torneo por Equipos, que se disputará en Pinar del Río (del 24 al 30).