Con el «rescate» de Cesc Fábregas, el Barcelona aspira a continuar por la senda del triunfo hasta defender con éxito el trofeo conquistado en la pasada Liga de Campeones. Autor: AP Publicado: 21/09/2017 | 05:13 pm
La caída del telón veraniego fue, como siempre, el disparo de arrancada para las ligas del fútbol europeo. Pero en el descanso estival muy pocas cosas quedaron en su sitio. Aunque no tan frenético como en las temporadas precedentes, el mercado de fichajes estuvo animado más por los clubes de clase media, que por aquellos que han convertido en exclusivo el triunfo en los principales torneos.
Si durante las últimas temporadas había sido la Liga Española la referencia en cuanto a contrataciones, esta vez fue la L1 francesa la vedette de la temporada. El fichaje más caro lo realizó el París Saint-Germain, que pagó 43 millones al Palermo por el mediocampista argentino Javier Pastore.
Pero lo que sacudió el período de transferencia que finalizó el 31 de agosto fue el caso del camerunés Samuel Eto’o, quien se convirtió en el futbolista mejor pagado del momento.
Gracias a la acaudalada chequera de Suleiman Kerimov, quien en mayo adquirió el modesto club ruso Anzhi y ya ha invertido 70 millones de euros en fichajes, Eto’o permutó desde el Inter de Milán hacia el frío de Daguestán para compartir escenario con el brasileño Roberto Carlos y cobrar la nada despreciable cifra de ¡20 millones! de euros por temporada durante los próximos tres años.
También la «feria» de compra-venta fue animada por los petrodólares de los jeques árabes, dueños del Málaga español o el Manchester City inglés, aunque ya hicieron su debut en el negocio los fondos de inversión, como el que propició la llegada del arquero Roberto al Zaragoza, a pesar de los números rojos y el concurso de acreedores que hostigan las finanzas del equipo maño.
Fuera del carrusel de cambios de camiseta, par de huelgas removieron los torneos de España e Italia. En el primero se tuvo que suspender la fecha inicial, y solo se jugó cuando las autoridades de la Liga y el sindicato de jugadores llegaron a un acuerdo sobre el pago de adeudos que sufren unos 200 jugadores de las principales divisiones.
Más reciente fue el entendimiento entre los dirigentes del Calcio con los futbolistas, descontentos con los términos del nuevo convenio colectivo. Y como si no bastara tanta tempestad, se gesta por estos días una «sublevación» de algunos clubes españoles, dispuestos a rediseñar el reparto de las ganancias generadas por las transmisiones televisivas, que hasta ahora favorece sobremanera a las arcas del Real Madrid y el Barcelona.
Tranquilidad a lo grande
En medio de tanta tensión por las nuevas contrataciones, el pasado 25 de agosto se efectuó en el Foro Grimaldi del Principado de Mónaco el sorteo para la fase de grupos de la Liga de Campeones que comienza el próximo martes.
Un total de 22 equipos se clasificaron de forma directa y otra decena, entre los que sobresalen el Arsenal inglés, el Bayern de Múnich alemán, el Villareal español y el Olympique de Lyon francés, se sumaron a la fiesta por la vía de eliminatorias.
Así, quedaron compuestos los bombos para una rifa que dejó sumidos en la tranquilidad a casi todos los grandes equipos del Viejo Continente, principales candidatos a pelear nuevamente por el trofeo de la Champions.
Por ejemplo, el Barcelona, monarca vigente del certamen, tendrá en el AC Milán italiano al único rival de envergadura. Aunque la historia indica que no se pueden menospreciar al BATE Borisov y al Viktoria Plzeñ, campeones en Belarús y la República Checa, respectivamente.
El equipo de Pep Guardiola, que se reforzó recuperando a Cesc Fábregas de las fauces del Arsenal y sumando al chileno Alexis Sánchez desde el Udinese, no debe afrontar mayores dificultades para avanzar a los octavos de final. Eso sí, vivirá el morbo de enfrentar al sueco Zlatan Ibrahimovic, quien no salió muy contento del Camp Nou y tendrá sed de revancha.
El holandés Van Bommel y el italiano Zambrotta son otros de los ex culés ahora defensores de la casaca del equipo rossonero, que tiene en la conjunción de Cassano, Pato y Robinho más dinamita en el ataque.
Tampoco el Real Madrid de José Mourinho debe afrontar apuros para avanzar desde su llave, que le tocó compartir con viejos conocidos como el Ajax holandés y el Lyon francés, o el modesto Zagreb.
Con más discreción, Florentino Pérez utilizó el talonario. Mientras adquiría a los turcos Sahin y Altintop, al español Callejón y al portugués Coentrao, hizo caja deshaciéndose por diferentes vías de Gago, Drenthe, Pedro León y Canales, entre otros.
Cierto cuidado deberá tener el club «merengue» con un Lyon que le aguó la fiesta de la Champions un par de veces, y aunque perdió más gas con la venta de Toulalan al Málaga español, todavía conserva jugadores de calidad como Gourcuff, Michel Bastos o el portero de la selección francesa, Hugo Lloris.
El resto de los clubes de más linaje tendrán también una ruta aparentemente apacible, aunque algunos de ellos sostendrán partidos que, cuando menos, pueden considerarse como interesantes. Son estos los casos de los duelos Bayern de Múnich-Manchester City en el grupo A o Chelsea-Valencia en la llave E.
Salvo alguna sorpresa, ellos deberán animar la siguiente ronda junto a otros con pedigrí como los ingleses Manchester United y Arsenal, el Inter italiano, o el Oporto luso.
Solo entonces se podrán esbozar los posibles caminos hacia la final del torneo, que se jugará el 19 de mayo del año entrante en el estadio Munich Arena. Sin embargo, es muy seguro que usted ya tenga sus favoritos.