Los dos últimos juegos de Pinar del Río fueron muy disputados y se espera otro tanto para este lunes en Ciego de Ávila. Autor: Ismael Francisco Publicado: 21/09/2017 | 05:08 pm
PINAR DEL RÍO.— Nos vamos de esta ciudad rumbo a Ciego de Ávila y todavía la gente se pregunta de qué manera los tigres pudieron ganar el quinto juego de la gran final beisbolera, sin batear y con un novato encaramado en la colina. Así es la pelota, siempre tan caprichosa como ciertos amores.
Del derecho Yadir Rabí hemos escrito bastante en los últimos días. Si algo queda por decir es que merece ser distinguido como el novato del año cuando finalice el campeonato.
El público en el estadio Capitán San Luis se molestó mucho con algunos conteos del árbitro principal, pero la realidad es que los bateadores pinareños no le hicieron swing a la pelota en momentos claves del partido. Además, Donald Duarte tuvo una noche fatal y el equipo se lo sintió.
Ahora le toca a Pinar volver a demostrar el carácter, frente a unos tigres que regresan a casa con mucho apetito. Fríamente, con independencia del factor psicológico, la tropa de Urquiola aún tiene ventaja y contará con su mejor lanzador para el juego de mañana.
Mientras, en Ciego subió la autoestima, pero el equipo no ha bateado en los últimos partidos. Solo cuatro hits le ligaron el viernes al zurdo Julio Alfredo Martínez, quien no mereció perder.
Yoelvis Fiss es la excepción de la regla. Sin mucho ruido, como siempre, el cuarto bate avileño empató tres récords para un play off: más jonrones (8), más hits (28) y más extrabases (12).
Para colmo, ya impuso una marca en total de bases recorridas (57) y tiene 23 carreras impulsadas, a una del récord que ostenta Rolando Meriño. ¿Qué les parece?
Veremos si despiertan a última hora los demás artilleros, aunque Rusney Castillo también ha cumplido sus deberes. Curiosamente, a estas alturas jugar en casa quizá presione más a los atletas, pues la gente quiere que ganen a toda costa.
Vimos a una parte del público pinareño gritarle improperios a Peraza, porque las pasiones llegan a cegarte alguna vez. Como escribió hace unos días un colega, aquí es muy estrecha la frontera entre ser héroe y villano.
En fin, casi no quedan misterios en el camino, aunque Roger Machado debe tomar en breve una decisión trascendental: designar al abridor del sexto choque. Todo el mundo apunta hacia Vladimir García, pero pudiera ser Maikel Folch o Yander Guevara.
¿Qué haría usted? ¿Le haría caso a la intuición o se dejaría llevar por las probabilidades? Tremendo dilema.