Los niños del combinado Piscina Olímpica pratican todos los estilos de natación desde edades muy tempranas. Autor: Roberto Ruiz Espinosa Publicado: 21/09/2017 | 05:06 pm
Cuando se habla de deportes en Cuba resulta imposible apartar la mirada de la gloria mundialista y olímpica. Sin embargo, pocos reparamos en ese momento de la práctica deportiva que, aunque menos ovacionado, deviene trampolín de las estrellas que hoy aclamamos.
A partir de 1959, la Revolución Cubana decidió hacer masivas y democráticas las prácticas atléticas en la Isla. La medida se implementaba con el objetivo de convertir al deporte en una esfera priorizada del desarrollo social.
Desde entonces, mucho se ha hecho para mantener tales presupuestos. A lo largo de estos 50 años, cada provincia y municipio del país ha trabajado para fomentar la masividad en el ejercicio deportivo.
A cualquiera no le toca
Cuando llegamos aquella mañana no comprendíamos por qué el territorio capitalino de Cotorro mereció la distinción de vanguardia en el desarrollo de deporte durante el 2010.
Y es que, a tenor con la orientación del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), la dirección del municipio se centró en potenciar la participación espontánea y las iniciativas para satisfacer la recreación de la población.
«En 2010 alcanzamos el título al mejor desarrollo deportivo por primera vez, al mantener estabilidad en varios de los renglones», declaró Regino O’Farril Oliva, director municipal del INDER.
Sobresalieron la formación integral del atleta, las condiciones de las instalaciones deportivas y el programa comunitario de educación física y recreación.
También influyó notablemente el apoyo del Gobierno y el Partido de la localidad a las 84 zonas cederistas, el trabajo de las 11 áreas destinadas a la ejercitación deportiva permanente, y la emulación entre instalaciones. Además, mucho tuvo que ver el vertiginoso desarrollo de la industria local, merecedora del tercer puesto a nivel nacional.
La vinculación entre el INDER y la comunidad posibilitó que el municipio ingresara el pasado año 68 niños a la Escuela de Iniciación Deportiva (EIDE), nueve a la Escuela Superior de Perfeccionamiento Atlético (ESPA) y 11 a la Escuela de Formación de Atletas de Alto Rendimiento Cerro Pelado.
Además, el territorio atesora nuevos talentos: 2 163 pequeños entrenan en diferentes modalidades. En el municipio se practican 22 disciplinas, distribuidas en cuatro combinados deportivos: Gimnasio 69, El Palmar, Cuatro Caminos y Piscina Olímpica.
«La Copa Camilo Cienfuegos de natación, el torneo ajedrecístico Descubriendo a un Capablanca, la Copa Nacional de Baloncesto para Discapacitados y la de béisbol Antillana de Acero, son algunos de los más importantes torneos que realizamos», destacó O´Farril Oliva.
Entre pelotazos y aciertos
El juego entre los locales y el equipo de Arroyo Naranjo, en la categoría 11-12 años, nos dio la bienvenida al estadio de Santa María del Rosario. El terreno, en muy buenas condiciones, demuestra el esfuerzo de directivos y lugareños en las labores de reparación y mantenimiento.
«Yo trasladé a mi hijo desde San Miguel del Padrón hasta aquí porque pienso que se hace un mejor trabajo. Los entrenadores demuestran total entrega y dedicación», aseveró Dionisio Díaz López, padre de uno de los jugadores.
Luis Alberto «el Queso» González, ex lanzador del equipo Industriales, labora actualmente como entrenador de la categoría 13-14 años. «También me desempeño como árbitro y chequeador. El trabajo con los muchachos resulta muy gratificante y ayudar en su formación como peloteros es una de las mejores cosas que me han pasado», aseguró González.
«Tenemos un comité de cooperación empresarial que contribuye a la recuperación y mantenimiento de las instalaciones deportivas. Por ejemplo, la Antillana de Acero ayudó a reparar la pizarra de este terreno», señaló Reinaldo Hernández de la Victoria, miembro del Comité Municipal de la Ciencia y el Deporte, quien coordina las actividades del INDER en Cotorro.
Aunque son muchos los logros, todo no es color de rosas. La carencia de guantes, pelotas, bates, cascos y zapatillas, imprescindibles para la buena formación de los atletas, es una de las principales dificultades.
«Nos sigue golpeando la falta de implementos deportivos para entrenar», afirmó Silvio García Delgado, entrenador en las edades de 11 y 12 años.
«En muchas ocasiones los padres tienen que garantizar los implementos para que sus hijos entrenen», señaló por su parte Estrella González García, bisabuela de uno de los peloteritos.
Según Fredy Ballester González, madre de uno de los atletas, «lo más difícil es lograr sacar a los niños de las escuelas en tiempo para traerlos a los entrenamientos, ya que muchas veces coincide el comienzo de las prácticas con el último turno de clases. Creo que las autoridades deportivas y el Ministerio de Educación deben tener mayor coordinación en este sentido».
Un remedio líquido
Uno de los principales escenarios del municipio es el combinado Piscina Olímpica. El centro brinda servicios todo el año para el entrenamiento de los atletas y la recreación de los vecinos.
Entre las disciplinas que se practican en la instalación están la natación, el clavado, el polo acuático, el nado sincronizado, el boxeo y el tenis de mesa.
«Los niños comienzan el entrenamiento desde pequeñitos. Con seis años ya están nadando, a los ocho empiezan a competir a nivel provincial y ya a los diez participan en los Juegos Escolares Nacionales y en la Copa Marcelo Salado», explicó Evelio Álvarez Daniel, entrenador de la categoría diez años.
Los pequeños pueden ingresar a la Escuela de Natación Marcelo Salado y también a la EIDE, mediante un proceso de selección que comienza a partir de sexto grado.
La Piscina Olímpica se distingue como sitio de referencia. En 2010 cinco muchachos ingresaron a la Marcelo Salado y seis a la EIDE.
Además de la formación atlética de los estudiantes, los entrenadores se esfuerzan por brindar una educación integral y apoyar a sus alumnos más allá del plano deportivo.
«Mi nieta de diez años quedó huérfana de madre, y su padre vive fuera de Cuba. Sin embargo, desde que ella está entrenando en este lugar ha mejorado considerablemente sus relaciones con los demás niños», confesó Rosa Poello García.
A saltos de caballo
Cuatro campeones nacionales, ocho medallas de oro individuales y cuatro por equipos, son algunos de los resultados que avalan el trabajo de la Academia de Ajedrez de Cotorro.
En las mañanas la escuela presta servicios a la comunidad, mientras que en las tardes abre sus puertas a los atletas de distintas edades.
Entre las actividades realizadas por el centro están el evento Sábado del Cotorro, el Torneo de Solidaridad Latinoamericana, los encuentros con veteranos y discapacitados, y las simultáneas de ajedrez a nivel de barrio.
Sin embargo, en ocasiones la escuela se encuentra en jaque ante algunos problemas que escapan de la mera gestión de sus profesores y directivos. «El único reloj que tenemos es de una de las estudiantes. Así es un poco difícil completar la enseñanza y el entrenamiento para las competencias», puntualizó Noel González Cabrera, comisionado municipal.
A pesar de algunas dificultades que a no pocos le hubieran tronchado el ánimo, la academia ajedrecística de Cotorro continúa trabajando por el desarrollo deportivo. «Hace poco se celebró la competencia nacional Torneo por la Solidaridad. De diez jugadores que presentamos, seis obtuvieron medallas. El niño más destacado de la competición es de aquí, también el mejor atleta sub 16 y el sub ocho», puntualizó González Cabrera.
En ocasiones le restamos importancia al trabajo en la base como renglón imprescindible del ejercicio deportivo, cuando en realidad la labor sostenida en la comunidad determina la formación de atletas de alto rendimiento. Solo así se logran esas medallas que tanto aclamamos. El Cotorro ya tiene una presea al cuello: sus campeones son del barrio.