El Jefe de Estado cubano reflexionó en su intervención sobre tres conceptos que marcan la historia de la UJC y que están contenidos en su lema: estudio, trabajo y fusil. Autor: Estudios Revolución Publicado: 22/10/2025 | 05:13 am
A nuestras generaciones siempre nos une pensar cómo fortalecemos la unidad, cómo defendemos la Revolución, qué nos toca hacer en el tiempo en que vivimos, cómo le aportamos al tiempo en que vivimos y cómo lo hacemos de una manera original, de una manera peculiar, como interpretación también de la época en que estamos.
Así lo señaló el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en un encuentro con fundadores de la Asociación de Jóvenes Rebeldes (AJR), trabajadores del periódico Juventud Rebelde (JR) y dirigentes de los diferentes niveles de la UJC.
Veteranos y jóvenes coincidieron en la tarde de este martes en el Memorial José Martí para celebrar juntos el aniversario 65 de la creación de la AJR y el 60 cumpleaños del Diario de la juventud cubana, festejo que contó con la presencia del miembro del Buró Político y secretario de Organización del Comité Central del Partido, Roberto Morales Ojeda, entre otros dirigentes.
Díaz-Canel destacó que este intercambio, al igual que el que se realizó el pasado 3 de octubre para conmemorar el aniversario 60 de la constitución del primer Comité Central del Partido Comunista de Cuba y la creación del periódico Granma, son acontecimientos que marcaron la unidad dentro de las fuerzas revolucionarias y también el nacimiento de los principales medios de prensa del Partido y la Juventud. Y en todos, señaló, hay una continuidad.
JÓVENES SIEMPRE
El intercambio para celebrar el nacimiento de la AJR y de JR, la primera el 21 de octubre de 1960 —dos años después cristalizó en la Unión de Jóvenes Comunistas—, y el segundo el 21 de octubre de 1965, estuvo conducido por Meyvis Estévez Echavarría, primera secretaria del Comité Nacional de la UJC. Los primeros en hablar fueron tres fundadores de la AJR, en representación de los miles de jóvenes que se aglutinaron en una organización nacida a instancias del Che, y que cuya construcción la dirigió el comandante Joel Iglesias, el más joven de los oficiales de ese rango entonces, entre otros combatientes del Ejército Rebelde.
Amalia Catalá Álvarez, militante de la Juventud Socialista en Pinar del Río durante su adolescencia hasta integrarse a la AJR y también fundadora de la UJC, con una larga trayectoria en tareas de la Revolución, contó anécdotas de su vida en una organización que fue parte, comentó, de la estrategia de unidad de Fidel.
Y hoy, expresó una militante que todavía se mantiene en la brega revolucionaria al frente de un núcleo zonal del Partido, me siento orgullosa de ustedes, nuestros jóvenes. «Mi generación —subrayó— tuvo méritos muy grandes, pero esta de hoy tiene un tremendo mérito, y la antorcha que se prendió con la fundación de la Asociación de Jóvenes Rebeldes no se ha apagado; esa antorcha sigue creciendo en ustedes».
El santiaguero Luis Enrique Colomé Dagnesses contó de aquellos días fundacionales, muy sucintamente, a través de su libro Retrato de una época, un texto que recoge hazañas de la
juventud cubana en las décadas de 1960 y 1970 del pasado siglo, de las que él fue parte.
«La juventud cubana —afirmó— siempre ha querido jugar su papel a través de las luchas independistas. Es una larga historia, y nuestra juventud hoy todavía sigue y seguirá luchando», afirmó Colomé Dagnesses, que se mantiene activo laboralmente y dirige un núcleo del Partido en la televisión cubana.
«Nuestra lucha fue dura, pero la de ustedes —expresó a los jóvenes— es más difícil, porque el enemigo tiene armas mucho más sofisticadas, como las redes sociales».
«En manos de ustedes —les dijo— está el futuro de la Revolución y se tienen que sentir orgullosos de lo que están haciendo por la Revolución. Lo de ustedes —reiteró— es duro, por eso cada vez que los veo luchando me siento muy orgulloso».
LA OBRA, EN MANOS
FIRMES Y SEGURAS
Durante la conmemoración también intervinieron actuales dirigentes de la UJC, la FEU y la FEEM, quienes compartieron experiencias sobre su trabajo con jóvenes, adolescentes y niños, en colectivos laborales y estudiantiles y en cuanto lugar acuden.
Carlos, del comité UJC del Ministerio de Relaciones Exteriores,
habló de los múltiples encuentros de jóvenes del organismo en todo el país para dialogar sobre el impacto que tiene hoy el férreo bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el Gobierno de Estados Unidos a Cuba.
Fue una iniciativa a la que los convocó Díaz-Canel meses atrás y que ya los ha llevado a las 15 provincias del país, donde han conversado con más de 6 000 jóvenes. «Han sido intercambios —añadió Carlos— en los que hemos escuchado a muchos jóvenes que se desvelan por Cuba y están trabajando todos los días por hacer una Cuba mejor».
Pedro, secretario del comité de base del Tribunal Provincial de La Habana, comentó sobre los encuentros de jóvenes de la institución en centros laborales, educacionales y comunidades para conversar sobre el combate y la prevención del consumo de drogas.
Mirialis Sánchez, presidenta de la FEEM en La Habana, narró la labor de las Brigadas Estudiantiles de Trabajo que en los meses de vacaciones trabajaron en áreas agrícolas y actualmente participan en las labores de higienización de la capital.
Fernando de la Mora, primer secretario del Comité Provincial de la UJC en Mayabeque, insistió en la relevancia que tendrá para la nación, y en especial para los jóvenes, el 2026, año en que se celebrará el centenario
del natalicio del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y el 9no. Congreso del Partido.
En un momento en que la juventud está llamada a mantener e incrementar su liderazgo y protagonismo, Fernando ponderó la creación de una columna juvenil del centenario de Fidel, como mismo en los años 60 se fundó la Columna Juvenil del Centenario para participar en tareas vitales del país.
De la historia de Juventud Rebelde dio testimonio la premio nacional de Periodismo José Martí, Juana Carrasco Martín, quien rememoró jocosamente que ella no fue fundadora de JR, pues, aunque pasó la entrevista para ser parte de ese colectivo, no la llamaron, pero sí ingresó a Granma a inicios de 1966, tras graduarse en la universidad, unos cinco meses después de la creación del órgano del Comité Central del Partido.
«Mi vida es un poco como el Patas arriba de Galeano, porque cuando ya estaba en edad de jubilación, entonces me mandaron para Juventud Rebelde, pero a pesar de eso, ahí todos los días aprendo algo nuevo. Nosotros empezamos con máquinas de escribir y teletipos, y ahora trabajamos con computadoras, móviles, internet y redes sociales».
Muchos son los retos de la comunicación hoy, señaló Juanita; sin embargo, no solo se trata de las redes sociales. La batalla también está en la calle y en el trabajo, en estar trabajando siempre, en no permitir que, por ejemplo, en la esquina se acumule basura y los jóvenes no salgan a recogerla.
Raciel Guanche Ledesma, joven reportero de JR, habló de los retos que enfrenta hoy el diario, de cómo hacer un periódico que encuentre a los jóvenes y en el que los jóvenes se encuentren.
Comentó sobre qué hacer para que esta institución sea una opción atractiva para que los estudiantes se inserten en su redacción, tomando en cuenta que son vecinos de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana.
Yurisander Guevara Zaila, subdirector editorial de JR, reflexionó sobre el gran impacto que ha tenido en los últimos días la coincidencia de tres eventos fundamentales para la comunicación: el 3er. Encuentro Internacional de Publicaciones teóricas de partidos y movimientos de izquierda; el 1er. Festival Granma–Rebelde; y ahora la celebración del aniversario 60 de JR.
Según Guevara Zaila, a partir de los resultados de estos encuentros, las discusiones que generó y los consensos que se construyeron, los medios de comunicación de la UJC deberían ir a una transformación.
Los medios que nos adversan, que ni son independientes ni objetivos —todos sabemos quiénes los financian—, buscan incrementar el descontento, como parte de esa vieja política que se trazó con el Memorando de Mallory, y ante eso tenemos que actuar, afirmó.
Y hablo —insistió— de proyectos, de la articulación de movimientos, desde los juveniles y las facultades universitarias, incluyendo las de Matemática y Computación —que tienen resultados en inteligencia artificial—, para articular contenidos que se hagan virales, que se impongan, que promuevan el pensamiento crítico.
DE ESTUDIO, TRABAJO Y FUSIL
En su intercambio con los jóvenes y demás participantes en el encuentro para conmemorar el aniversario 65 de la fundación de la AJR y el cumpleaños 60 de JR, el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República reflexionó sobre tres conceptos que marcan la historia de la UJC y que están contenidos en su lema: estudio, trabajo y fusil.
Sobre el «estudio», a propósito de un audiovisual puesto al inicio del evento con palabras de Fidel en la inauguración de Juventud Rebelde y donde predominó el concepto de unidad, Díaz-Canel se preguntó, «¿y cómo defendemos esa unidad?».
Rememorando también el discurso del General de Ejército Raúl Castro Ruz en el aniversario 65 del triunfo de la Revolución, el Jefe de Estado enfatizó en dos ideas esenciales.
«Primero, que uno no puede defender lo que no siente y lo que no conoce; y solo defendiendo, y entre todos defendiendo y aportando, es que logramos unidad. Fidel en tiempos difíciles también convocó a lo que conocemos hoy como la Batalla de Ideas. Y un concepto fundamental de la Batalla de Ideas era que había que crear una cultura general e integral en los jóvenes y en el pueblo cubano».
También, desde su visión holística —añadió— Fidel nos habló de cómo había que prepararse para la vida como revolucionarios. Que era conocer las esencias, conocer las raíces, conocer la historia, conocer la cultura, estar al tanto de los adelantos científico-técnicos, conocer cómo se maneja la geopolítica en el mundo, conocer los acontecimientos políticos fundamentales, conocer las relaciones de los acontecimientos con sus antecedentes históricos. Pero lo primero —acotó Díaz-Canel— es que tenemos que sentirnos cubanos. «Y para sentirnos cubanos tenemos que conocer las raíces de la cubanía. Tenemos que saber cómo se forjó la nación cubana. Tenemos que conocer nuestra historia, tenemos que defender nuestra cultura. Y así vamos a entender (...) el permanente apego de la Revolución a seguir defendiendo, incluso en tiempos tan complejos como estos, el socialismo, que no es un capricho, es una necesidad».
El socialismo —explicó el mandatario a los jóvenes— «es la única alternativa, la única salida que tiene este país para ser independiente, para ser libre, para ser soberano. Porque hay toda una historia que demuestra que mientras no hubo Revolución, mientras no se consolidó la Revolución, mientras no hubo unidad para que la Revolución fuera triunfante, no se alcanzó ni soberanía, ni independencia, ni autodeterminación».
El Presidente también resaltó la práctica del Comandante en Jefe de, antes las grandes batallas, siempre convocar a participar al pueblo. «Si nosotros participamos, se crea entre todos una comunidad de principios, de vivencias y de aportes, y eso nos va a fortalecer», explicó.
Entonces, ante el centenario del Comandante en Jefe, insistió Díaz-Canel, «vamos a estudiar su pensamiento, vamos a estudiar su legado y vamos a traer a Fidel a estos tiempos».
Sobre el concepto de trabajo, el segundo en el lema de la UJC, y que hoy está en estrecho vínculo con la batalla económica, el mandatario volvió sobre las experiencias de la dirección del país en sus sistemáticos recorridos por los territorios, donde se ha visto «que sí hay soluciones para enfrentar todos los problemas».
«En cualquiera lugar del país, señaló, uno encuentra colectivos de trabajo con liderazgo que, haciendo las cosas distintas y dando participación, logran resultados. Y son los mismos colectivos que están con bloqueo recrudecido, que no tienen combustibles, que les faltan insumos, que les faltan materias primas, que están enfrentando a veces el éxodo de sus trabajadores, que tienen problemas con los salarios, pero encuentran respuestas, porque se reúnen, discuten en el colectivo los problemas, salen de ahí los aportes y las soluciones, y salen los compromisos para defender esas ideas que son construidas entre ellos».
Emotivo y aportador resultó este diálogo entre generaciones donde el común denominador fue el llamado a la unidad y a la continuidad fidelista. Foto: Estudios Revolución
Nosotros —afirmó más adelante el mandatario— vamos a salir de la actual situación, aunque recrudezcan más el bloqueo. Pero vamos a salir trabajando, sin trabajar no lo vamos a lograr, porque tenemos que crear riqueza material, y con justicia social distribuir esa riqueza. Pero la riqueza se construye, se crea trabajando, hay que trabajar. Siempre donde hay más trabajo, hay más resultados.
Sobre el concepto «fusil», el tercero en el emblema de la UJC, Díaz-Canel señaló que este siempre tratará de la defensa del país, de la defensa de la Revolución. «De una manera u otra —refirió— todos nosotros participamos en algunas de las estructuras donde somos parte de la concepción de la guerra de todo el pueblo».
En el intercambio, el Presidente cubano también se refirió, con cariño, a Juventud Rebelde, con el que tuvo siempre «una identificación peculiar».
Emotivo y aportador resultó este diálogo entre generaciones donde el común denominador fue el llamado a la unidad y a la continuidad fidelista. Foto: Estudios Revolución.
Recordó que cuando estudiante este periódico fue su favorito por el lirismo de sus textos. «Siempre Juventud se escribió con una prosa y un verbo... también en Juventud se abordaba más diversidad de temas, se abordaban los temas desde una perspectiva juvenil».
Después —continuó rememorando—, cuando fui ideológico del Buró Nacional de la UJC, y segundo secretario, en medio del período especial, cuando JR debió pasar a semanario, yo tenía como tarea, todos los sábados por la tarde, ir al cierre del periódico, que a veces era a las 11 de la noche, pero cuando el Comandante en Jefe quería que se publicara algo muy importante, porque era el único que salía el domingo, entonces podían cogernos allí hasta las siete de la mañana, pero en todo ese espacio se armaba un debate, se armaba una tertulia, que yo agradezco, agradezco mucho a esos tiempos, porque en JR aprendí mucho.
Emotivo y aportador resultó este diálogo entre generaciones donde el común denominador fue el llamado a la unidad y a la continuidad fidelista. Foto: Estudios Revolución.