Alberto Contador en el 2007 se convirtió en el español más joven en ganar el Tour de Francia. Autor: Getty Images Publicado: 21/09/2017 | 05:05 pm
Al estilo de un psicodrama con entregas por capítulos, el expediente del exitoso ciclista español Alberto Contador sigue paralizado en una suerte de limbo jurídico aunque con tendencia a imponer un castigo, destacó PL.
La historia se refiere, obviamente, al hipotético consumo de sustancias prohibidas por el corredor, durante una etapa del Tour de Francia de 2010. Concretamente clembuterol, hecho negado por el pedalista todo el tiempo.
Sin embargo, la evidencia existe y no hay forma de cambiarla. Apareció en su cuerpo una ínfima cantidad de la sustancia proscrita y Contador lo atribuyó al posible consumo de carne contaminada.
Lo nuevo en el asunto es la revelación de prensa de que la Federación Española de Ciclismo lo sancionará por un año. Pero la reacción de la UCI, máxima instancia mundial de este deporte, no fue contemplativa.
Simplemente la UCI dejó en claro que la postura de la entidad española no necesariamente cerrará el caso.
Lo que sí parece ya casi definitivo es la ausencia de Contador en la Grande Boucle que ha conquistado en tres ocasiones. Y el estricto presidente del prestigioso evento francés, Christian Prudhomme, no quiere casualidades.
Bordeando los contornos permisibles en un asunto que sigue abierto, Prudhomme subrayó que la credibilidad del ciclismo depende del compromiso en la lucha antidopaje y de que se sancione a los corredores que dan positivo.
Mencionó sin dudas al madrileño Alberto Contador, que se impuso en el Tour de Francia en 2007, 2009 y 2010, pero fue cauteloso en sus juicios.
No nos corresponde a nosotros decirlo (si es justa la suspensión de un año). El organizador del Tour querría sobre todo no tener una respuesta sobre el caso Contador, sino la respuesta al caso. Es manifiestamente complicado, sentenció.
La cantidad de clembuterol es infinitesimal. El producto está prohibido, así que sancionar parece lógico. En cuanto a la duración de la sanción, es algo que corresponde a la UCI y a la AMA (Agencia Mundial Antidopaje), precisó.
Prudhomme es un hombre poco dado a las concesiones en estos temas. Desde que surgieron las sospechas sobre dos estadounidenses, primero Lance Armstrong, y luego el suspendido Floyd Landis, se mostró vertical al respecto.
No obstante, el mar de dudas acerca del expediente Contador lo mostraron más diplomático en sus juicios.
La credibilidad deportiva se mide a la vez que la lucha antidopaje. Reconquistar la credibilidad, restaurarla, supone luchar contra el dopaje. Hay un precio que pagar y es duro, pero es la única vía posible, argumentó.