Ciclista español Alberto Contador. Autor: Getty Images Publicado: 21/09/2017 | 05:02 pm
Una nueva prueba antidopaje se utilizó por primera vez en el Tour de Francia el verano pasado; y ahora parece que el tres veces ganador del giro galo, el español Alberto Contador —que dio positivo por una sustancia prohibida en medio de la carrera— tiene muchas más explicaciones que dar.
La prueba detecta un tipo específico de producto químico, llamado «plastificante», que se encuentra en las bolsas de plástico utilizadas en transfusiones de sangre. La presencia de ese producto en la orina de un atleta podría significar que utilizó una transfusión para aumentar la resistencia. La Agencia Mundial Antidopaje (WADA, por sus siglas en inglés) prohíbe las transfusiones de sangre o cualquier inyección intravenosa, excepto en una emergencia médica.
Una prueba realizada en una de las muestras de orina de Contador durante el Tour, reveló niveles de esa sustancia química ocho veces mayor que la cantidad mínima permitida, de acuerdo con declaraciones hechas por una persona conocedora de los resultados de la misma, citadas por la versión digital del diario The New York Times.
La Unión Ciclística Internacional tomó la muestra al pedalista el 20 de julio, víspera del día del descanso final del Tour, dijo la fuente, que quiso permanecer en el anonimato debido a un acuerdo para mantener el carácter confidencial de la información mientras dura la investigación, afirmó el rotativo.
Al día siguiente, tal y como se anunció la semana pasada, Contador dio positivo por clembuterol, una droga para perder peso. Desde el inicio el ibérico ha negado doparse, y afirmó que los 50 picogramos de clembuterol que le encontraron fue producto de ingerir carne contaminada en España.
Sin embargo, este nuevo tipo de prueba que permite detectar el «plastificante» significa un punto de giro para la lucha contra el dopaje, pues permite detectar las autotransfusiones de sangre en los ciclistas, una de las prácticas más oscuras e invisibles a los ojos de la justicia. Hasta el momento, un ciclista puede sustraerse la sangre, almacenarla y luego regresarla a su organismo sin preocuparse por dar positivo en una prueba antidopaje.
La prueba para detectar «plastificantes» tiene un año de existencia pero aún no está certificada para su uso, por lo que un atleta fácilmente podría cuestionar su validez ante los tribunales. Mas, su empleo en conjunción con otros elementos puede construir un fuerte caso de dopaje.
«Si alguien tiene un muy, muy alto nivel de “plastificantes” en la orina, sería difícil explicar que no se dopó. Si el nivel es más bajo, es obvio que lo haría mucho más difícil, pero aún sería posible demostrarlo», dijo Francesco Botré, jefe del laboratorio Mundial de Lucha contra el Dopaje acreditado por la WADA en Roma.
Así, esta prueba añade, como mínimo, más dolores de cabeza a Contador y al ciclismo. Y es que un informe de la estación estatal de televisión alemana ADR, sugirió que los resultados positivos de Contador probablemente se debían a que transfundió su propia sangre el 21 de julio. Si la sangre ya estaba contaminada al momento de su extracción meses antes, es posible que ahí esté la causa de la aparición del clembuterol.
Bernhard Kohl, el rutero austriaco que descendió del tercer puesto en el Tour de 2008 por dopaje, dijo no sentirse sorprendido porque un ciclista de alto nivel diera positivo por más de una sustancia prohibida.
«Es imposible ganar el Tour de Francia sin doparse», dijo Kohl. «Si miras la velocidad promedio de la carrera, cerca de 40 kilómetros por hora, entonces te das cuenta de que para mantener ese ritmo durante tanto tiempo hay que doparse. La situación es similar a la del año en que corrí (2008), el año que Floyd Landis ganó (2006) y este año», destacó.
Kohl, quien dijo que se retiró del deporte para evitar tener que pensar en el dopaje todos los días, no tiene ningún conocimiento específico del caso de Contador, pero afirmó que la mayoría de los mejores ciclistas confían en las transfusiones de su propia sangre y en las drogas «de diseño», como los diferentes tipos de Eritropoyetina sintética (EPO).
«Me hice la prueba (antidopaje) más de 200 veces durante mi carrera, y cien veces hubo drogas en mi cuerpo», dijo. «Me atraparon, pero por 99 veces me escapé. Los corredores creen que pueden salirse con la suya porque la mayoría de las veces lo hacen. Incluso si aparece una nueva prueba antidopaje de sangre, ni siquiera estoy seguro de que va a asustar a los ciclistas. Así de malo es este problema».