Los cuartos de final del Campeonato Nacional de fútbol despegaron este sábado en tres canchas del país y ninguno de los equipos visitantes pudo ganar.
El único triunfo de la jornada se produjo en Camagüey, donde los anfitriones pararon en seco el ímpetu de Guantánamo. Armandito Coroneaux fue profeta, pues su diana en el minuto 14 —lleva 13 en la campaña—, valió para el festejo de los suyos.
A los camagüeyanos les resta ahora completar la faena en el Rogelio Palacios, donde los guantanameros acostumbran a plantarse. Allí perdieron solo cuatro veces en 15 presentaciones.
En cambio, sin aparente ventaja se saldó el duelo entre Villa Clara y Ciudad de la Habana en el Pedro Marrero capitalino, donde el «Expreso» aceleró temprano por intermedio de Reydenis Dueñas.
Apenas habían transcurrido diez minutos cuando el partido se puso cuesta arriba para los locales. Desde entonces aparecieron pocas ideas y muchos pelotazos divididos.
Con Clavelo como estandarte, el mediocampo naranja se dedicó más a taparle las salidas a Colomé, que a poner a Linares de cara al gol. Entre tanta «oscuridad», lo más rescatable fue el despliegue de Yenier Márquez, siempre airoso en la anticipación y el cruce.
No fue hasta después del descanso que los locales entendieron que la decodificación del partido pasaba por las bandas. La clave fue la entrada de Marcel Hernández, pues sus ideas multiplicaron las opciones y abrieron el juego. Muy pegado a la cal nació el centro que equilibró la balanza, y del resto se encargó Eviel Cordovés con un impecable remate de cabeza.
Se avecina así una dura batalla en Zulueta, donde los villaclareños ya sometieron 2-1 a sus rivales en la clasificatoria.
En el otro partido de la velada, La Habana sacó un buen empate 1-1 de su visita a Manatí. Incluso soñó durante 40 minutos con el gol de Boris González, pero Geovanny «el zorro» Ayala levantó el graderío tunero con su gol 18 en el torneo. Después de esto, se dirá en Guanajay la última palabra.
El cuarto duelo de esta fase se jugará esta tarde en el Antonio Maceo santiaguero, donde los avileños intentarán demostrar el poderío ofensivo que los acompañó durante todo el campeonato.