La carrera ciclística más importante del mundo aspira a desterrar los casos de dopaje en su 96 edición
La 96 edición de la carrera ciclística más importante del mundo, el Tour de Francia, se inició este sábado en el Principado de Mónaco con ilusiones renovadas y el anhelo de quitarse el fantasma del dopaje durante las próximas tres semanas.
Por eso, los organizadores apostaron a un rediseño total de su recorrido de 21 etapas, donde destaca la subida de 1 912 metros al árido e impresionante Mont Ventoux (Monte de los Vientos), la víspera del final en los Campos Elíseos.
Además, habrá menos kilómetros contrarreloj, aunque regresa esta modalidad por equipos tras cuatro años de ausencia. Asimismo, se contemplan tres finales en alto, pues la montaña fue repartida a lo largo de seis países, en un recorrido de casi 3 500 kilómetros.
Como dato curioso, Barcelona acogerá un trazado 44 años después del último paso de la caravana por sus calles. Primero, la bella Ciudad Condal será la meta del segmento que comienza en Gerona, Francia. Luego, desde allí mismo se iniciará la etapa más dura del recorrido, con final en la cumbre Andorra de Arcalis, en los Pirineos.
Rutas oscurasDurante la presentación del nuevo recorrido en París por parte de Christian Proudhomme, director de la carrera, el recurrente tema del dopaje apareció de manera implícita: ninguno de los presentes fue capaz de mencionarlo, en un intento por pasar la página a este flagelo que no para de ensuciar el ciclismo.
Varias cadenas televisivas se retiraron del Tour al finalizar la edición de 2008, e incluso la carrera perdió a muchos de sus patrocinadores tras confirmarse 11 casos de dopaje.
Entre los escándalos más sonados estuvo el del italiano Ricardo Riccó, quien fue expulsado de la competencia cuando iba noveno en la clasificación general individual y era el líder en los apartados de montaña y para menores de 23 años.
Por fortuna para los organizadores, el anunciado regreso del estadounidense Lance Armstrong, siete veces campeón de la «Grand Boucle», rescató el interés de algunos medios. No obstante, sobre este hombre pesan muchas sospechas y ya nada será igual.
De momento, la Agencia Francesa de Lucha contra el Doping (AFLD) reveló que empleará nuevos controles en el Tour para localizar sustancias «indetectables» hasta ahora. Por su parte, la Unión Ciclista Internacional (UCI) permitirá nuevamente que se conserven las muestras de los ciclistas, con el objetivo de realizar controles retroactivos.
En medio de la polémica, las próximas tres semanas auguran una dura batalla sobre el asfalto. Entre los favoritos para llevarse el cetro aparecen los españoles Alberto Contador y Carlos Sastre, campeones en 2007 y 2008, respectivamente. También es un gran candidato el ruso Denis Menchov, líder del Giro de Italia este año.
Dice un viejo refrán que donde hay hombres, no hay fantasmas, pero el Tour parece la excepción de la regla. Crucemos los dedos esta vez.