El campeón olímpico y recordista mundial en 110 metros con vallas tendrá un buen fogueo antes del Campeonato Mundial en Berlín, asegura su entrenador Santiago Antúnez
Santiago Antúnez. Foto: Calixto N. Llanes Santiago Antúnez nos dio la noticia enseguida: Dayron Robles, campeón olímpico y recordista mundial en 110 metros con vallas, está totalmente recuperado y retornó a la pista sin dificultades.
Luego pudimos comprobarlo con nuestros propios ojos, bajo un sol inclemente, en el óvalo de arcilla de la escuela Giraldo Córdova Cardín, aledaña al estadio Panamericano.
Atento a todo cuanto ocurría a su alrededor vimos también al monarca olímpico de Sydney 2000, Anier García, quien ahora tiene unos cuantos kilogramos de más.
Antúnez reveló que Dayron intervendrá en ocho o diez competencias en Europa durante los meses de junio y julio. Así, seguramente llegará en forma óptima al XII Campeonato Mundial, previsto del 15 al 23 de agosto en Berlín.
Sin embargo, el entrenador aún no sabe exactamente cuáles serán esos eventos previos al Mundial. «Hasta ahora no tengo el calendario oficial de la Federación Internacional de Atletismo, pero tengo entendido que el 9 o el 10 de junio habrá un mitin en Grecia y allí pudiéramos comenzar. Después quizá nos inclinemos por las carreras de Berlín y Ostrava. Es todo lo que puedo adelantar», dijo contrariado.
Tampoco sabe si Dayron participará finalmente en el Campeonato Centroamericano y del Caribe de atletismo, con sede en la capital cubana, del 3 al 5 de julio. Sin embargo, en enero pasado, durante la visita a Cuba del boricua Víctor López, presidente de la entidad que rige los destinos del deporte rey en nuestra área geográfica, se había informado que el guantanamero competiría en La Habana.
«Yo como entrenador no he recibido aún esa información que nos atañe mucho, porque ese evento coincide con una parada de la Liga de Oro, la del 3 de julio en Oslo, Noruega», explicó Antúnez.
«Pienso que Dayron puede ganar la Liga de Oro y para nuestro país eso sería un honor, pues ningún otro atleta cubano lo ha logrado antes. Pero si falta a la prueba de Oslo ya no será posible», sentenció.
Capítulo cerradoPor vez primera durante su impresionante carrera, Dayron ha tenido que lidiar este año con las lesiones. «Antes tuvo molestias y alguna que otra contractura, pero continuó corriendo sin dificultades y con marcas asombrosas», rememoró Antúnez, entrenador de varias generaciones de vallistas, quien trabaja con el joven guantanamero desde el año 2004.
En 2006, por ejemplo, a Dayron se le agudizaron los dolores en su pierna izquierda, debido al llamado padecimiento de pies planos. Pero ahora el malestar casi ha desaparecido, pues el ídolo de las vallas tiene unas plantillas con los soportes indicados y «pinchos» adecuados para correr. De ello se encargaron el doctor Richard Pérez y el grupo de fisioterapia.
«Creo que es importante recalcar que molestia, contractura y lesión no son la misma cosa. Se trata de etapas diferentes y las dos primeras son una constante en todos los atletas», comentó Antúnez. Luego recordó que Dayron terminó adolorido la carrera que marcaba su debut invernal el pasado 10 de febrero en Liévin, Francia, pero el día anterior había entrenado fuerte y bien.
«Al ver el video nos percatamos del descenso paulatino en la velocidad, pero cuando una lesión es compleja el ritmo baja bruscamente», aclaró.
Lo mejor está por llegarDespués de tanta gloria conquistada en 2008, con la corona olímpica en Beijing y siete registros por debajo de los 13 segundos, Antúnez asegura que lo mejor de Dayron está por llegar.
«Él ha sido sometido a diferentes pruebas médicas y psicológicas, las cuales arrojaron resultados muy estimulantes. Además, está comprobado que los mejores desempeños en los 110 metros con vallas se alcanzan a los 24 o 25 años».
El avezado preparador villaclareño se siente satisfecho con el sistema de trabajo que él comenzó a aplicar después de los Juegos Olímpicos de 1992 en Barcelona. «Nos percatamos de que las grandes figuras competían durante cuatro o cinco meses consecutivos con buenos resultados, y entonces comprendimos que el secreto era entrenar compitiendo. El pasado año, bajo ese principio, Dayron corrió siete veces por debajo de los trece segundos», explicó.
«El plan contempla etapas simultáneas de entrenamiento y competencias. En una primera fase buscamos estabilizar los resultados y después de todo un proceso de intensidad es cuando llegan los grandes resultados. No es posible bajar de 13 segundos si antes no le has picado cerca a la marca», acotó. Luego se despidió con elegancia: «Y ya, que si te lo digo todo después no tiene gracia».