Inesperada y atroz, la sequía goleadora recaló en las filas de la selección cubana de fútbol, que finalmente fue incapaz de acceder al podio de premiaciones en la Copa Digicel, concluida el pasado domingo en Jamaica con el triunfo de los anfitriones.
Los cubanos anotaron cinco goles en sus primeros dos duelos de la fase preliminar: dos contra Guadalupe (2-1) y tres ante Antigua y Barbuda (3-0). Pero el fantasma de siempre apareció en el partido siguiente frente a Haití (0-1). Claro, en este último choque jugaron los suplentes, pues el equipo había clasificado ya para la semifinal y tenía en el bolsillo el boleto hacia la Copa de Oro 2009.
En la «muerte súbita», la tropa del técnico Raúl González Triana cayó 8-7 en penales ante Granada, tras igualar 2-2 en el tiempo corrido y no marcar tampoco en la prórroga. Pero más caótico fue el panorama en el duelo final contra Guadalupe, pues el gol no apareció en los 90 minutos reglamentarios, ni en los 30 del alargue.
Con la excepción de Roberto «el toro» Linares, quien ha marcado goles durante todo el año, los delanteros cubanos siguen siendo ineficientes. Foto: Calixto. N. Llanes Así, desde el gol de Roberto Linares en el minuto 33 del choque frente a los granadinos, transcurrieron otros 207 minutos y el invitado no volvió a la fiesta. Ello obliga a nuestros técnicos a valorar pormenorizadamente esta situación, con vistas a limar asperezas antes de la Copa de Oro 2009.
En general, cierra otro año de fracasos para el fútbol cubano y ojalá el próximo resulte mejor. Somos optimistas —ustedes han sido testigos de eso a lo largo de los años—, pero de vez en cuando se impone tomar al toro por los cuernos. Que vengan los análisis, las medidas y ojalá también los goles.