El cubano arribó a esta ciudad con el solo objetivo de sumar el título olímpico a su condición de recordista mundial en la prueba de 110 metros con vallas
BEIJING.— En medio de las expectativas sobre su posible duelo con el ídolo local Liu Xiang, el cubano Dayron Robles arribó a esta ciudad con la mira puesta en un solo objetivo: sumar el título olímpico a su condición de recordista mundial en la prueba de 110 metros con vallas.
El interés por la presencia aquí del bólido guantanamero se extiende hasta los cientos de medios de comunicación acreditados para la magna cita deportiva que hoy descorre sus cortinas. Todos vaticinan esta «fraternal» batalla, fijada para el día 21, como una de las más atrayentes pruebas que se disputarán en el emblemático estadio Nido de Pájaro.
Dayron es consciente de la situación, pero parece preparado para asumirla. Al menos así lo demostró en un encuentro con la prensa cubana poco después de su llegada, donde reconoció sentirse satisfecho al saber que su presencia en los Juegos es esperada por millones de personas que desean verlo correr contra su amigo Liu Xiang.
«Si el deseo de vernos en la pista ha contribuido a incrementar el interés por el certamen, esto puede considerarse un éxito. Es lo más importante», sentenció el joven de 21 años.
Dayron llegó a la capital china procedente de La Habana, a donde viajó tras concluir satisfactoriamente su preparación en tierras europeas.
«Fue muy importante para mí haber pasado por Cuba tras la gira europea. Pude estar con mi familia, con los míos. Allí continué con el entrenamiento previsto para la etapa y ahora resta mantener la forma y seguir enfocado en el propósito de luchar por la medalla de oro», aclaró.
Sobre el publicitado duelo, Dayron fue preciso. Elogió las condiciones de Xiang, campeón hace cuatro años en la cita de Atenas, a quien favorecerá el hecho de correr como local, con el aliento directo de miles de personas que lo apoyarán incondicionalmente.
«Debido a la rivalidad existente, todos centran su atención en nosotros, pero en el evento estarán otros corredores de elevado nivel. Habrá que estar muy bien desde las eliminatorias, porque ganar los Juegos Olímpicos es la aspiración de todo deportista y nadie puede darse el lujo de tener un mal día. Será necesario poseer máxima concentración y mantenerla hasta el final», explicó.
Finalmente, Dayron expresó su felicidad por estar en China. «Es un país que ha avanzado mucho en todos los órdenes, y trabajó muy duro para merecer y organizar estos Juegos Olímpicos».
Y esas palabras de aliento fueron la mejor muestra de respeto para quienes le han demostrado mucho cariño, aunque alentarán a su rival. «Le deseo al pueblo chino mucha suerte, felicidad y que disfrute de los Juegos. Al Comité Organizador doy mi más sincero reconocimiento por las condiciones creadas para que todos los atletas podamos competir al nivel que requieren unos Juegos Olímpicos», sentenció.