Figuerola estuvo entre los que hicieron historia un 20 de octubre. Este 20 de octubre no solo se conmemora el Día de la Cultura Nacional, pues el deporte —y en particular nuestro atletismo— atesora también dos hechos con ribetes históricos acontecidos en idénticas fechas, y ambas hazañas tuvieron a México por escenario.
Así, el 20 de octubre de 1968, nuestros relevos masculino y femenino de 4x100 metros lograron sendas medallas de plata en los XIX Juegos Olímpicos, y al mismo tiempo estamparon récords nacionales absolutos para sus especialidades.
La cuarteta masculina integrada por Hermes Ramírez, Juan Morales, Pablo Montes y Enrique Figuerola marcó 38,40 segundos, tope que se mantuvo vigente por espacio de 24 años.
Mientras, la posta femenina compuesta por Marlene Elejalde, Fulgencia Romay, Violeta Quesada y Miguelina Cobián, fijó el primado cubano en 43,36 segundos, intacto hasta cuatro años después.
Esas cuatro mujeres de plata se convirtieron entonces en nuestras primeras medallistas olímpicas, 12 años antes de que nos llegara el primer título por intermedio de la jabalinista María Caridad Colón.
Otro 20 de octubre, pero del año 1975, se produjo un segundo resultado para recordar. Ese día Rigoberto Mendoza ganó, en los VII Juegos Panamericanos, la carrera de maratón a la distancia de 42 kilómetros y 195 metros con tiempo de 2:25,03 horas, superando a otros 15 andarines.
Estos colosales desempeños están plasmados en el libro Más de un siglo de actuaciones, recopilación del estadístico Basilio Fuentes.
Decenas de años después es palpable el avance cubano en otras modalidades del atletismo, pero irrefutable es también que donde ayer brillamos, hoy solo nos quedan los recuerdos.