En el fútbol no fructifican las casualidades. «Dime contra quién te fogueas, y te diré cómo encararás un evento». Así se resume el sentir de los directores técnicos, previo al envío de sus discípulos a las canchas extrafronteras. Y están en lo cierto.
Si un equipo dirime partidos amistosos frente a rivales de similar o menor rasero cualitativo, no verá mejorías más allá de ese nivel. Su «techo competitivo no crece», los jugadores se adaptan a un esquema táctico específico, no se familiarizan con el diseño de ataque y defensa de conjuntos más avezados y, por consiguiente, como reza el refrán, no se le puede pedir «peras al olmo».
Ante tales desasosiegos se debate la tropa del técnico avileño Raúl González Triana, que este miércoles enrumbará hacia Estados Unidos para intervenir en su quinta Copa de Oro de CONCACAF (Confederación Norte, Centroamericana y del Caribe de Fútbol), la cual se desarrollará del 6 al 24 venideros.
Les recuerdo que Cuba obtuvo el cupo tras terminar tercera en la pasada Copa del Caribe. En las dos fases preliminares, contra rivales de puro trámite, movieron el balón con tino: marcaron goles por doquier y hubo pocas arremetidas contra su portería.
Llegó entonces la final, con sede en Trinidad y Tobago. Y ante oponentes de mayor pujanza, como Guyana, Guadalupe y el cuadro anfitrión, en el once cubano se apreciaron ciertas desatenciones zagueras, un mediocampo incapaz de demostrar su real valía —sin dudas, es el área de mayor talento en el equipo—, así como el «retorno a filas» de una alarmante sequía goleadora.
A esos partidos solventados en la final de la Copa del Caribe —que devino triunfo de Haití—, solo le sucedieron otros cuatro frente a Chile como preparación para la Copa de Oro. Y más allá del resultado —una victoria, un empate y dos derrotas— fue la única posibilidad de Triana para evaluar la «eterna asignatura pendiente», del fútbol doméstico: superar en el mano a mano al portero rival y marcar goles, ya sean de bella o pálida factura.
Para colmo de vicisitudes, la selección no pudo asistir a una cuadrangular amistosa en Puerto España, Trinidad y Tobago. Con esos truenos, ¿quién duerme?
90 MINUTOS A PULMÓN PURONo obstante las carencias citadas, el colectivo técnico y el equipo consideran que pueden dar más de una sorpresa en esa justa, a pesar de que sus rivales de turno han jugado y vuelto a jugar entre ellos y con disímiles oponentes.
El entrenamiento ha sido duro, pues la ocasión así lo amerita. Esféricas de un lado al otro de la cancha. Ensayos de tiros a balón parado y esbozos técnico-tácticos tanto en la zona defensiva, como en el mediocampo y la delantera.
Odelín Molina, una vez más como cancerbero titular. Mención especial en el área de porteros, en la cual el talentoso Danny Quintero, quiere «asaltar» la titularidad que, durante años, pertenece a Odelín Molina.
«Voy a diseñar un esquema de 4-4-2, aunque aún no he definido cuál será esa dupla de delanteros. Vamos a dar la cara, sin complejos, contra los tres rivales, que deberán jugar con todo su potencial durante los 90 minutos si aspiran a superarnos», expresó Triana.
Y eso lo corroboraron sus discípulos. «En la Copa del Caribe dimos batalla, y en Chile, pudimos alcanzar un mejor resultado, pues atacamos más y siempre fuimos aguerridos. Así, con tal ímpetu, saldremos a la cancha». Ese fue el sentir de todos.
El volante de llegada Alain Cervantes, pieza clave en la selección nacional.
Nelson Acosta, director técnico del cuadro chileno, resumió así el match bilateral con los futbolistas cubanos: «con jugadores como Cervantes (Alain) y Moré (Léster) yo gano con cualquier equipo». RIVALES DE «ARMAS TOMAR»En sus cuatro presentaciones anteriores en la Copa de Oro, con diez partidos jugados, Cuba solo había enfrentado a cuatro países: Estados Unidos, Canadá, Costa Rica y Corea del Sur, este último invitado a la edición del 2002.
Ahora, al subirse el telón, aparecen tres exigentes rivales, ante los cuales hay que hilar bien fino para rubricar una decorosa actuación.
Cuba aparece en el grupo C, que moverá el balón los días 8 y 10 en el Giants Stadium, en East Rutherford, New Jersey, donde enfrentará a México y Panamá, respectivamente. Mientras el día 13, fecha cierre de la fase clasificatoria, jugará ante Honduras en el Reliant Stadium, de Houston.
Sobre México, les comento que va con lo que más vale y brilla de su fútbol. Entre las principales estrellas de la tropa dirigida por el «pentapichichi» Hugo Sánchez, aparecen el portero Oswaldo Sánchez, del club Santos; los defensas Rafael Márquez (Barcelona, que se incorporará al grupo en semifinales) y Carlos Salcido (PSV Eindhoven); los volantes Pavel Pardo (Stuttgart) y Ramón Morales (Guadalajara), así como los delanteros Cuauhtémoc Blanco (América) y el veterano Jared Borgetti (Cruz Azul).
México es el máximo dueño de títulos en Copas de Oro (4) y el segundo en puntos acumulados (77) —solo superado por Estados Unidos (89)—, merced a 24 triunfos, cinco empates y cuatro descalabros, así como el equipo de mejor promedio de goles a favor y en contra (81-17, +64).
Panamá, subcampeón de la pasada Copa de Oro 2005, será conducido ahora por el DT brasileño Alexandre Guimaraes, e incluyó en su nómina a tres figuras de aval: Blas «el Ratón» Pérez (Cúcuta colombiano), José Luis Garcés (Belenenses, Portugal) y Roberto «el Bombardero» Brown.
Los canaleros ocupan la plaza 11 de esta justa (10 puntos), con bajo cociente de dos éxitos, cuatro empates y tres derrotas, 10 goles a favor y 14 en contra.
En una breve declaración, Guimaraes destacó: «La Copa nos permitirá ver a Honduras con su nuevo técnico (Reinaldo Rueda), una selección tan dura como la de Cuba, y constatar cómo está México».
Y Honduras, pese a la reciente lesión de su letal ariete David Suazo que le impide asistir, exhibirá en la cancha, entre otros, al volante Julio César «Rambo» León (Génova) y al delantero Carlos Costly, pieza clave en el GKS Belchatow, líder de la liga polaca.
Según las estadísticas de la Copa de Oro, los catrachos —dirigidos por el colombiano Rueda— se ubican en la quinta posición (31 unidades), con cota de nueve victorias, cuatro igualadas, nueve derrotas, 34 dianas positivas e igual cantidad de negativas.
Por otra parte, el grupo A quedó integrado por Costa Rica, Haití, Canadá y Guadalupe. Las acciones se desarrollarán en el Orange Bowl, de Miami.
Y en la llave B se enrolaron Estados Unidos, Trinidad y Tobago, Guatemala y El Salvador, los cuales jugarán en el Home Depot Center, en Carson, California.
Accederán a cuartos de final, los dos primeros equipos de cada grupo, así como los dos mejores terceros conjuntos.
EQUIPO CUBAEn cuanto a nuestra selección, los dígitos la colocan en el decimoquinto lugar, compartido con Perú, Haití y los sudcoreanos. En diez juegos efectuados, presenta balance de un triunfo, un empate y ocho fracasos, con siete goles a favor y 28 en contra.
La victoria fue 2-0 contra Canadá, con par de dianas de Léster Moré en la edición del 2003, en la cual se pasó por única ocasión a los cuartos de final. Mientras, la división del punto fue por 0-0 ante Corea del Sur, un año antes. La mayor goleada recibida fue de 7-2, contra Costa Rica, al debutar en el máximo torneo de CONCACAF (1998).
El equipo cubano está integrado en esta ocasión por los porteros Odelín Molina, Danny Quintero y Julio Aldama, en tanto los defensas son Yenier Márquez, Silvio Pedro, Reysander Fernández, Jorge Luis Clavelo y Yusvani Caballero.
En los botines del delantero Leonel Duarte, se perfilan muchas esperanzas de anotación.
Como volantes hicieron el grado Joel y Jaine Colomé, Pedro Faife, Alain Cervantes, Osvaldo Alonso, Gisbel Morales, Enrique Villaurrutia y Ariel Martínez, mientras los delanteros son Léster Moré, Reinier Alcántara, Leonel Duarte y Adonis Ramos.Y ahora, por segunda ocasión, actuará un árbitro cubano en la Copa de Oro. Será el asistente de FIFA Hirán Dopico, uno de los silbantes más jóvenes de la CONCACAF, quien deberá «salir airoso» en los exámenes físicos. Este juez camagüeyano ya estuvo en Jamaica el pasado mes, en las eliminatorias para el Campeonato Mundial sub 20.