Con sana rivalidad y excelente nivel técnico de las competencias, transitaron los XLII Juegos Deportivos Escolares y la III Olimpiada Juvenil Nacional, que simultáneamente engalanaron la esfera del músculo en la Isla.
Entre jonrones, canastas, ganchos y «turcas», el veleidoso sistema de control formativo empleado evaluó las normas de conducta de los futuros campeones con un nuevo concepto competitivo en el cual se analizó cómo el atleta-estudiante asimila los procesos de enseñanza y aprendizaje de sus programas de preparación.
Si «sumamos» ambos eventos, la lista de participantes ascendió a 13 000, entre ellos los 289 que se enrolaron en las escuadras visitantes de Venezuela, Ecuador, Panamá, México, Italia, República Dominicana y El Salvador.
Por provincias, Ciudad de La Habana mantuvo su hegemonía, con 101 títulos, en tanto la gran sorpresa fue Matanzas, que se agenció la segunda plaza (52), por delante de «potencias» como Santiago de Cuba (43) y Villa Clara (40).
Linet Aguiar (tiro deportivo, MTZ) y Dayán Viciedo (béisbol, VCL) fueron seleccionados los más integrales de los Juegos Escolares y de la III Olimpiada Juvenil, respectivamente.
Ella, quien cumple hoy 16 años, obtuvo diez medallas de oro y una de plata, con tres récords nacionales. Él, todo talento «madero en ristre», fue considerado por la AIBA como el mejor jugador del mundo.