Luego de perder su laptop y otros bienes de trabajo a manos de un ladrón que lo robó del maletero de su auto, el brasileño Gustavo Reis se negó a que el crimen quedara sin solución e intentó descubrir una manera de recuperar lo que le arrebataron. Luego de varias pesquisas revisó un sitio de ventas por Internet, donde encontró que su PC estaba siendo subastada por el propio ladrón. De acuerdo con algunos amigos simularon una puja y acordaron un precio. El caco, tonto, cayó en la trampa y citó a Reis para un bar donde le entregaría el botín robado. Pero claro, alertada la policía, lo estaba esperando en el lugar. Nada, que el ladronzuelo entró al jamo de la manera más simple.