No una, fueron dos las pasajeras ilegales e indeseables que lograron colarse en un vuelo de Santo Domingo a Montreal, aterrorizaron a los pasajeros y provocaron quejas y demandas a la compañía aérea.
Una pasajera fue la primera en ver a las intrusas, cuando algo estaba en su pierna e intentaba entrar bajo su falda. ¡Sorpresa! Un segundo ejemplar fue también atrapado solo cuando la nave aterrizó.
Un entomólogo dijo que probablemente algún pasajero las intentaba vender porque en Canadá «el mercado de tarántulas vivas es muy lucrativo», pero no aclaró cuáles eran las virtudes para querer estas arañas algo venenosas.