Después de casi dos años, Abragh Mohamed aún le guardaba luto a su esposa. Tras un accidente automovilístico en el 2014, ambos cónyuges de origen marroquí llegaron a urgencias de un hospital de Casablanca y ahí, luego de una intervención quirúrgica de corazón, le entregaron el supuesto cadáver de su mujer envuelto en un sudario y metido en un ataúd. Pero el «viudo» nunca supo que había enterrado a otra persona hasta que, gracias a un programa de televisión dedicado a ayudar a la gente a encontrar a personas desaparecidas, vio a su señora clamando por él. Después del final feliz la noticia no relata dónde estuvo ella todo este tiempo y por qué no dio señales de vida.