«Permite que la amapola francesa que he incluido represente mis besos para ti, querida niña, todo mi amor». Es la carta que Charles, un soldado de la I Guerra Mundial, le envió a su amada. Han pasado cien años, y no se conoce si aquel joven sobrevivió o si pudo disfrutar la felicidad del amor. Sin embargo, hoy el tierno mensaje está en subasta. Será vendido al mejor postor en Hansons Auctioneers and Valuers, Reino Unido…