Aunque parezca increíble, Darren Wardle se reencontró con su padre biológico, Paul Ferris, luego de 44 años y descubrió que ambos se dedican al mismo trabajo: se encargan de parar el tráfico cerca de los colegios de Inglaterra para que los niños y las familias puedan cruzar la calle. Ferris y la madre de Darren tuvieron a su hijo cuando tenían 15 años y lo dieron en adopción. Desde hace algunos años, Darren buscaba a su padre biológico y, al encontrarlo, no podía creer que ambos se dedicaran a lo mismo. Ahora ayudan en dúo a cruzar la calle a millones de niños a la salida de su escuela. De tal palo, tal astilla, ¿no?