Las leyes británicas hablan de cinco causales para otorgar el divorcio. Dos son comunes: adulterio y abandono, pero otra es la olla donde se cocinan todas las excusas: «conducta irrazonable». Así, un hombre le dijo a la abogada Vanessa Lloyd que su mujer, repetidamente, le servía atún en cacerola, sabiendo que no le gustaba. La jurista entregó a The Times una lista de justificaciones raras como esta: «la mascota, una tarántula, dormía en una caja de cristal en la cama matrimonial», y eso merecía la separación de la mujer…. Y de la tarántula.