Una joven que intentaba enviar un mensaje vía celular estuvo a punto de ahogarse cuando, ensimismada, no vio por donde andaba y fue a parar al estanque de una fuente. Indignada porque los guardas que la observaban rieron en vez de socorrerla, la muchacha quiere interponer una demanda. Aunque el susto no pasó del chapuzón, el hecho, ocurrido en EE.UU., ha hecho recordar las advertencias de que atender el teléfono móvil mientras se realiza otra actividad, puede terminar en tragedia.