Un vendedor de camionetas en Florida, EE.UU., triplicó sus ventas al ofrecer un rifle de asalto AK-47 por la compra de un vehículo. «Quería hacer ruido, crear polémica y que hablaran de mí. Eso es publicidad. Sin embargo, no esperaba este éxito», señaló el vendedor, Nick Ginetta, un ex militar partidario del «derecho» de portar armas. En cuatro días ha entregado 21 cupones para AK-47, y planea salir de una reserva de cien rifles. ¿Qué tiene que ver un AK con una Chevrolet? Quién sabe. Cualquier día, embullado por el éxito ajeno, un vecino de Nick colocará un cartel: «Compre un durofrío y llévese un misil Tomahawk».