Un grupo de ladronzuelos entró a un crematorio de EE.UU. a robar equipos informáticos y otros bienes que metieron dentro de una carroza fúnebre, que se llevaron con cadáver incluido.
Pero los «preocupados» cacos dejaron una nota a las autoridades para que pudieran encontrar a la occisa. Según los propietarios del lugar, el cuerpo se halló «intacto».