Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Ella viene del tiempo

Ella es Emilia Margarita Teurbe Tolón y Otero (1828-1902), la bordadora de la que será nuestra enseña nacional

 

Autor:

Reinaldo Cedeño Pineda

 

Ella viene del tiempo para hablarnos del exilio, de las dentelladas del exilio. Y de su tierra, es decir, de sus amores. Viene a contarnos cómo contrae matrimonio todavía adolescente con su primo, y cómo descubren en su casa la correspondencia de su esposo desde el Norte, los papeles de la conspiración.

Emilia será la primera cubana desterrada por razones políticas. Es 1850. Cirilo Villaverde la pintará “grácil, entusiasta, filibustera”. Ella viene a contarnos como la vida la lleva (la sacude), de Matanzas a Nueva York, a Madrid, lejos. Y cómo el pecho se le quema, cómo le aprieta la nostalgia. Y cómo una mujer espanta la soledad, cómo la vela de su vida sigue encendida, cómo corre el horizonte.

Ella, por supuesto, nos cuenta cómo tomó unas sedas blancas y azules, y un retazo de tejido rojo, para llevar a la tela el trazado de su esposo, Miguel Teurbe Tolón y de la Guardia (1820-1857), bajo la idea de Narciso López. Y cómo de sus dedos emergió, puntada a puntada, la bandera de la estrella solitaria.

¿Qué luz y qué desvelos tendría ese instante? ¿Cómo acariciaría las cinco puntas? ¿Cómo tocaría aquella tela primigenia, virgen aún, camino al combate?

Ella es Emilia Margarita Teurbe Tolón y Otero (1828-1902), la bordadora de la que será nuestra enseña nacional.

Ella viene como una aparición. La atmósfera nos envuelve, nos devora. Miriam se deja habitar, Miriam Muñoz, Mirita, la reconocida artista matancera, la misma que alguna vez fuera Edith Piaf y fuera Chaplin. Ahora es Emilia bordando la bandera, en el silencio diamantino de fundar. Y anda bordando al personaje con la misma hebra, fina y firme, sin estridencias (tan en boga en estos días), con el tono exacto, detenida ora en sus reclamos, ora en sus angustias.

El meticuloso, el detallista trabajo escenográfico y de vestuario de Rolando Estévez nos da el pase (el toque), para transfigurar la escena, para entrar en esa vida. Emilia es una presencia mítica, pero olvidada. La obra permitirá, incluso, que se coloque una placa en su calle, en su muro. Como una vuelta del destino, la intérprete vivió al lado de la casa de la patriota y dirá unas palabras en su puerta.

Mirita rescata a Emilia, Emilia rescata a Mirita. Ambas han vivido momentos difíciles, momentos grises. Ambas han sobrevivido.

Ulises Rodríguez Febles, tiene conciencia de la memoria escénica y de la memoria cubana. Fundidas en un haz. En el texto de su pieza Emilia habla con los que no la escuchan (Teatro Icarón), dialoga con los fantasmas del personaje y hasta con los nuestros. Va del costurero a la gloria, de la intimidad al desafío. Y hace ondear la inmarcesible, la inextinguible, la irrenunciable necesidad de la libertad.

Monólogo estrenado el 29 de enero de 2023 (en el cumpleaños de la actriz) y bajo su dirección general, cada función tiene su propia marca. Santiago de Cuba, Festival Máscara de Caoba. Miriam-Emilia se adelanta al proscenio del café teatro Macubá, extiende sus manos y… besan la bandera dos leyendas del teatro cubano, Verónica Lynn y Nancy Campos.

Cuba flamea.

Cuando el tiempo nos la devuelve, corro en su búsqueda. Levanto el telón. Me mira con esos ojos, y me responde, me confiesa, me anuncia, que no piensa dejar el escenario... no hace falta, ¿verdad?, no hace falta.... La abrazo encima de las tablas, me fundo a Miriam en un balcón con la ciudad detrás. Y me voy con ella, con Emilia, con la dama que viene del tiempo.

 

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