El Congreso de la AHS, con sede este lunes en el Palacio de Convenciones, contribuye al desarrollo del arte en Cuba. Autor: Cortesía de la fuente Publicado: 06/11/2023 | 09:16 am
La Habana acoge, desde este domingo, el IV Congreso de la Asociación Hermanos Saíz (AHS), organización que, desde su génesis, es el espacio ideal para la confluencia del arte joven cubano. Numerosos temas propician el debate en esta ocasión, en una Cuba signada por circunstancias complejas, pero en la que no cesa el ánimo por hacer arte.
Conversar con la cantante y compositora Lea Cárdenas, quien es especialista de música de la AHS desde el 2018 es muy oportuno, pues esperaba con ansias este encuentro, en su rol de asociada y como miembro de un equipo que se esmera por contribuir a gestionar, encaminar y acompañar la obra de los jóvenes artistas en nuestro país.
«El congreso de la AHS, que se realiza cada cinco años, es una ocasión muy esperada. Nos encontramos para debatir temas cardinales del estado de la cultura en el país en la actualidad, y de lo que podemos hacer para ayudar en el desarrollo del arte en Cuba.
«El momento es propicio, además, para elegir nuevos miembros de la presidencia de la organización, y es entonces la oportunidad, no solo para confrontar criterios y debatir, sino también para trazar las pautas del futuro de la organización en el próximo quinquenio.
«!Únete a mi reto! es el eslogan de este congreso, precisamente porque el país atraviesa una situación compleja y entendemos que, desde el punto de vista económico y en medio de la crisis de valores que ello genera, es un reto crear desde Cuba, hacer arte y vivir en Cuba, y es un reto también pensarse una Cuba en el futuro. Es el slogan ideal porque queremos que se sumen los jóvenes artistas cubanos a ese reto de vivir y hacer arte en Cuba, para hacer más por el país y por nosotros mismos».
—¿Cuáles son los temas que, a partir de las inquietudes de los músicos, podrían suscitar el debate en el Congreso?
«La idea fundacional de la AHS fue la de aglutinar a los artistas aficionados, aunque muchos ya son profesionales. Contribuir a su crecimiento es esencial, pero aún no es suficiente lo que hacemos, teniendo en cuenta la cantidad de asociados. Como facilitadora en los procesos de profesionalización, la demanda recurrente ha sido siempre que sea viable y más expedito.
«La enseñanza artística será un tema importante. Es una necesidad ya abordada en otras ocasiones, la inclusión en los programas de estudio de la música popular. En respuesta a ello, y como un primer paso, se creó la cátedra Moisés Simons que lideró el joven músico Janio Abreu, y en el Instituto Superior de Arte se incluyeron algunas asignaturas, pero no existen en los programas, en general, las materias que guíen la enseñanza de la música popular, con las prácticas y los conocimientos relativos a los instrumentos y la armonía, por ejemplo. La tradición musical de nuestro país requiere que eso cambie porque en la formación del músico cubano la música popular no debe faltar.
«Trascendental el asunto concerniente a la programación, porque los músicos jóvenes demandan espacios factibles para presentarse y socializar su trabajo, y, además, recibir una justa y coherente remuneración por ello».
Cárdenas refiere que otro tema medular a debatir será el relacionado al perfeccionamiento empresarial del sistema de la música, «que está en marcha hace par de años y que facilitará que el músico pueda tener personalidad jurídica, y que pueda trabajar, independientemente de las empresas, de manera legal, sin tener conflictos por demoras en los pagos, por ejemplo».
Otro aspecto relevante se relaciona con la comercialización de la música y su posicionamiento en plataformas digitales, el acceso difícil que tenemos desde Cuba a esos canales y las alternativas que debemos generar como gremio y con el apoyo de las instituciones, agregó.
«Siempre hablamos de la necesidad de producir audiovisuales y fonogramas de calidad para estos músicos. La organización apoya esto con las Becas de Creación que otorga. En el caso de la música, contamos con la Ignacio Villa, de creación de música popular y con la colaboración de la casa discográfica EGREM; Conmutaciones, de creación de música académica, con la disquera Colibrí y las dos becas de interpretación, la Elena Burke, de interpretación vocal y la Pucho López, de interpretación instrumental, ambas con la disquera Bis Music.
«Sin embargo, no es suficiente. Entregamos solo una beca al año, y aunque las becas ayudan, los músicos deben tener mayor y mejor acceso a las disqueras y a los espacios de validación profesional.
«Otro asunto vital se refiere a la colonización cultural, es decir, el alto consumo de productos musicales y artísticos que no son cubanos y que tienen un papel preponderante en los gustos del público cubano. Incluso, preocupa la presencia de estos productos foráneos en los grandes medios tradicionales de comunicación, aun cuando comulgan con las políticas culturales del Instituto Cubano de la Música y el Ministerio de Cultura.
«No podemos olvidar que existen otros medios alternativos en plataformas digitales, en los que los músicos nuestros deben ganar en presencia. Pero, parece el ciclo de nunca acabar, pues para estar ahí el músico debe tener una contundente obra audiovisual y fonográfica. ¿Cómo lo logra si las instituciones no lo apoyan lo suficiente? Conscientes estamos de que se requiere presupuesto para eso, pero, además, estrategias trazadas con esa perspectiva».
Lo interesante de este encuentro, afirmó, es que nos acompañarán los altos dirigentes de las instituciones culturales, «por lo cual no será solo el diálogo entre nosotros mismos, sino que tendremos respuesta de los decisores de políticas y rectores de procesos, quienes pueden comprender los planteamientos y pensarse los mejores caminos para solucionarlos».